El conflicto con los 23 trabajadores despedidos de Guerero Motos cumple 22 días de vigencia y se profundiza la grieta entre el Sindicato de Mecánicos y Afines del Transporte Automotor (SMATA) y la firma Pagoda Sa (Guerrero Motos) sin esperanzas de establecer un diálogo para buscar una solución.

El gremio pide la reincorporación de la fuente laboral que según la empresa son despidos justificados por la inasistencia y falta a puesto laboral de los trabajadores, causa que desde la entidad gremial desmienten y tildaron de “inventada”.

La relación empresa/trabajadores está totalmente destruida. Desde los hechos violentos que se acontecieron en las puertas de la planta de ensamble de motocicletas en la ciudad de San Lorenzo, involucrando a los trabajadores y a la patronal, la situación no revela una posibilidad de restablecerse.

El reclamo que comenzó con “el descuento del 15% del salario de forma arbitraria”, luego de unos días de bloquear el ingreso con piquetes diarios, el dueño de la empresa provocó la furia de los trabajadores al intentar incendiar un vehículo de forma intencional. Este episodio abrió una esperanza de paz cuando la empresa decidió implementar un periodo de vacaciones forzadas a todo su personal hasta el pasado 4 de enero, pero lejos de eso durante este periodo no hubo acercamientos.

Al inicio del 2021 se retomó la actividad de la planta con el personal no afiliado y jerárquico, mientras que fuera de los portones, un trabajador en un acto desesperado se roció con combustible y amenazó con quitarse la vida.

La causa por “Tentativa de Hurto” de un delegado gremial

A mediados de octubre un empleado de la empresa Guerrero fue sorprendido por el portero de la planta y terminó con una causa judicial por “Tentativa de Hurto” que está a cargo del Fiscal Dr. Nicosia. Desde el gremio acusan a la firma de “una maniobra y persecución gremial”, mientras que desde la empresa aseguran “tener las filmaciones de las cámaras de seguridad que dan cuenta de un hurto en la planta de San Lorenzo”.

Esta situación desencadenó asambleas y cese de actividades de los trabajadores afiliados al gremio en reclamo de la reincorporación del delegado despedido. Por lo que la empresa asegura que hay “43 empleados más que quieren trabajar”, que se le descontaron las horas caídas a dichos trabajadores que reclamaron en una causa justificada referenciando al “hecho delictivo” como el inicio del conflicto.