Una jornada comunitaria para pintar una escuela rosarina y mejorar sus condiciones edilicias fue cancelada por decisión del gobierno provincial. La medida, que cayó como un baldazo de agua fría en plena organización solidaria, despertó críticas hacia la gestión del Ministerio de Educación, que aún no ofreció fundamentos concretos para la suspensión.
La jornada solidaria tenía un objetivo concreto: pintar la Escuela N° 1400, ubicada en Oncativo 2975, durante el receso invernal para que más de 800 estudiantes pudieran retomar las clases en un edificio en mejores condiciones. El esfuerzo era colectivo y voluntario. Más de 40 personas se habían anotado para colaborar este sábado 19 de julio, y la organización social Ciudad Futura ya había adquirido los materiales necesarios.
Sin embargo, a horas de llevarse a cabo, la actividad fue suspendida por pedido expreso del Ministerio de Educación de la provincia de Santa Fe. Según informaron desde Ciudad Futura, la notificación llegó “sin demasiadas explicaciones” y dejó truncada una acción que no tenía otro fin que ayudar a una comunidad educativa que enfrenta serias dificultades estructurales.
“El Ministerio no solo desautoriza una jornada solidaria, también desestima el compromiso de decenas de personas que quieren colaborar con lo que el Estado no está haciendo”, señalaron desde la organización. Y agregaron: “Somos testigos del amor que le pone el cuerpo directivo y docente a la escuela, y también de las limitaciones materiales que enfrentan todos los días para sostener su tarea”.
Desde Ciudad Futura expresaron su preocupación por los motivos reales detrás de la decisión, y señalaron que esperarán a que “las autoridades competentes den respuestas urgentes a los problemas edilicios” de la escuela. Además, advirtieron: “Confiamos en que no existan represalias sobre la comunidad educativa, por la mera búsqueda de tejer redes con otros espacios”.
El gobierno provincial, que integra el frente Unidos para Cambiar Santa Fe, no ha dado hasta el momento una explicación pública sobre por qué se impidió la jornada solidaria. La medida, lejos de ser un gesto de gestión, se percibe como un acto injustificable de desconfianza y obstrucción hacia las iniciativas comunitarias.
“Desde nuestro lugar —cerraron desde Ciudad Futura— seguiremos estando y trabajando junto a quienes más lo necesiten”.