Los gobernantes, actuales y anteriores, por acción u omisión, son cómplices del brutal crimen de esta chiquita. "El Estado debe estar presente en todos los lugares y no solamente con la policía o con la justicia. Nosotros entramos cuando todo el resto de los mecanismos que el Estado ofrece a la sociedad fracasó", dijo la fiscal Silvia Bussano, a cargo de la investigación por el homicidio de Morena Domínguez en Lanús.

También sostuvo que, si bien no tienen certificado en la causa que el celular que le robaron a Morena lo hayan vendido para comprar drogas “ni que estaban consumiendo paco”, como circuló en algunos medios, sí afirmó que "es cierto que son personas que se dedican a delinquir" y que "son personas consumidoras".

Y creo que ahí está la clave. Todo lo anterior, como la prevención del delito, la prevención de las adicciones, el tratamiento para quienes sean adictos, la educación y tantas otras cuestiones, fallaron. No hubo ni hay un plan, al menos conocido, con intenciones de cambiar esta situación de aquí en adelante.

La única reacción que tuvieron los dirigentes políticos fue la de suspender sus actos de campaña, a cuatro días de las elecciones primarias. Pero ninguno siquiera atinó a explicar, en caso de acceder a la presidencia, que va a hacer para proteger a los pibes y pibas y evitar que entren al mundo de la droga y/o de la delincuencia.

Y no, este problema no se soluciona -solamente- tumbando bunkers, porque hoy desbaratan uno acá y mañana abren otro allá. La solución es más de fondo, lleva más tiempo. Por un lado, hay que "complicarle las cosas" a los narcotraficantes, cortando la connivencia con el poder, pero por el otro se debería fomentar el deporte, las actividades culturales, educativas y todo aquello que le demuestre a los pibes y pibas que hay algo mejor que la droga.

A su vez, para quien haya caído en las adicciones, se le debe facilitar el acceso a un tratamiento para salir adelante a través de políticas públicas, como cualquier otra enfermedad o problema de salud que puede ser tratado en el sistema público.

La seguridad tiene muchísimas aristas, desde cuestiones económicas hasta sociales, educativas y culturales. Claramente la solución no va a ser inmediata ni de un año para el otro, pero en algún momento debemos empezar, al menos, a pensar qué queremos hacer como país para abordar esta cuestión.

Teléfono para los precandidatos.