El corredor de fondo británico Mohammed Farah reveló que de pequeño trabajó “forzosamente” cuidando niños para una mujer que se lo había llevado de la región de Somalilandia, un país separatista del cuerno de África no reconocido internacionalmente, cuando tenía solamente 9 años de edad.
En una entrevista brindada a la BBC inglesa, Farah reconoció que ni siquiera ese es su verdadero nombre: se llama Hussein Abdi Kahin.
Farah, o Kahin, como es el apellido real de su padre, muerto de una bala perdida cuando el atleta tenía 4 años de edad, señaló que fue llevado por una mujer que no conocía desde Yibutí hacia Londres, y que le había dicho que viajarían a la casa de unos parientes. Mientras tanto, su madre y sus hermanos biológicos se quedaron en una granja de Somalilandia, donde dijo que, aún al día de hoy, siguen residiendo.
La mujer le quitó la información de sus padres biológicos ni bien llegó a Londres, y lo obligó a cuidar de niños y hacer las tareas domésticas “si quería seguir comiendo”, explicó Farah a la BBC.
A los 12 años de edad ingresó a la Feltham Community College, y fue en la clase de educación física en donde sus profesores lo incitaron a que continuara con el maratonismo, y donde mediante los mismos docentes pudo conseguir que los servicios sociales británicos logren que viva con una familia de refugiados somalíes.
Farah fue dos veces campeón olímpico en Londres y Río de Janeiro en las pruebas de 5000 y 10.000 metros llanos. Es considerado uno de los atletas más importantes del atletismo británico.