Este viernes 29 de noviembre se cumple un año y 11 meses del crimen del camarógrafo sanlorencino Gustavo Gutiérrez, ocurrido en diciembre del año 2022. Para el miércoles 4 de diciembre está prevista que se lleve a cabo en los Tribunales de San Lorenzo la audiencia preliminar en la que se presentarán las pruebas, los cargos y el pedido de prisión perpetua para los dos detenidos en el marco de la causa, instancia previa al juicio oral.
La misma, había sido programada para el 31 de octubre, sin embargo, según informaron desde la parte querellante a
11Noticias, se reprogramó para el día 4 de diciembre a las 11 de la mañana. Al parecer, es debido a un pedido de licencia por parte de la fiscal que llevaba últimamente la causa, por lo que deberá retomarla el Fiscal Juan Carlos Ledesma, sobre quien había recaído el caso en un principio. Esto implicaba que el letrado deba releer la acusación, motivo por el que habría pedido la reprogramación.
Esta audiencia tiene la finalidad de presentar las pruebas y la acusación, para que el Juez evalúe si son suficientes y acordes para elevar el caso finalmente a juicio oral. De darse ese paso, que es lo esperado por la querella y la Fiscalía, solicitarán como pena la prisión perpetua tanto para Diego Pérez (27), acusado de haberle efectuado los disparos, como para su pareja, Andrea Belén Mimbrero (26), quien habría citado a Gustavo en la intersección de Genaro Roldán y Perú, donde se produjo el hecho.
Imagen difundida por Ana, la ex pareja de Gustavo y madre de su hijo, querellante en la causa a través del abogado Daniel Machado
Según la reconstrucción realizada por la querella, representada por el abogado sanlorencino Daniel Machado, a Andrea Belén Mimbrero se le atribuye que ese 29 de diciembre de 2022 a partir de las 3:28 de la madrugada contactar por Facebook a Gustavo para que, alrededor de las 4:30 se hiciera presente en la mencionada intersección.
La víctima concurrió a ese lugar en su automóvil Volkswagen Gol color gris, donde fue abordado por Diego Jesús Pérez, pareja de Mimbrero y también imputado, quien, con intención de causarle la muerte, le habría efectuado dos disparos con un arma de fuego calibre 22 largo, que no fue hallada hasta el momento.
El disparo impactó en la zona supraclavicular derecho generando un orificio de pequeño tamaño con pequeño hematoma, lo que le provocó la muerte por hemorragia masiva por lesiones de paquete vascular de cuello por proyectiles de arma de fuego. Gustavo, tras ello, caminó unas 3 cuadras malherido para pedir auxilio, falleciendo en la intersección de Bv. Oroño e Int. Rippa.
Todo ello -añade Machado- fue cometido con la finalidad de preparar, facilitar, consumar u ocultar la sustracción de las pertenencias que la víctima llevaba consigo en ese momento o para asegurar sus resultados o procurar la impunidad para sí y para terceros, llevándose consigo el imputado el teléfono celular marca Samsung color oscuro y el automóvil de la víctima, el cual luego dejó abandonado en un camino rural de Pueblo Andino, donde lo prendió fuego.
Para el caso de Pérez, el letrado considera que el delito en el que se encuadra su accionar es el de “Homicidio criminis causa agravado por el uso de arma de fuego en concurso real con portación de arma de fuego de uso civil sin la debida autorización legal y daño”.
Por su parte, para Mimbrero, entiende que se encuadraría en el delito de “homicidio criminis causa agravado por el uso de arma de fuego en carácter de partícipe necesario”, ya que al citarlo a dicha esquina, la imputada “conocía la posibilidad cierta de que el Sr. Pérez disparara dicha arma de fuego contra la víctima provocándole la muerte”.
En la misma presentación judicial, se encuentran adjuntas una serie de pruebas y mensajes entre los que destacan por un lado los enviados por la mujer para citar a Gustavo al lugar donde fue ultimado. Y por el otro, los que intercambió el imputado con otras personas durante el día del hecho en los cuales confesaba haber cometido el crimen.
“Maté a uno hoy” y “ ese fui yo estaba ree en pastillado no era para ponerlo” (sic), son algunos de los mensajes que envió a diferentes contactos y que iban acompañados de una captura de pantalla de una publicación de Facebook en la que se daba cuenta del hecho fatal. “Se retobo el jil tele tuve que dar en la nuca” (sic), es otro de los textos que fueron recuperados de los teléfonos de los imputados.