La inhalación de monóxido de carbono produce que éste reemplace al oxígeno en la sangre. Por su parte, la falta de oxígeno hace que sufran el corazón, el cerebro, y el cuerpo en general, y puede provocar la muerte. El fin de semana en Rosario, dos jóvenes murieron tras inhalar monóxido de carbono en su departamento. La mascota de ambos también murió.

Este peligroso gas tóxico aparece cuando hay una mala combustión de gas natural o envasado, leña, carbón, kerosén o nafta, debido al mal funcionamiento de algunos artefactos. Es imperceptible ya que no tiene olor ni color y no irrita los ojos ni la nariz, por lo que se sospecha su presencia cuando ya aparecieron los síntomas en las personas que lo respiran y, para entonces, pueden haber perdido la conciencia o presentar suficiente obnubilación como para no poder ponerse a salvo.

Origen

Las fuentes más comunes de monóxido de carbono en el hogar son los calefones, las estufas, el hogar a leña, los braseros, cocinas, termotanques, calderas y salamandras. También puede haber emisiones de monóxido de carbono de motores de autos, motos y equipos electrógenos.

¿Cuáles son los síntomas de la intoxicación?

La intoxicación es más grave en los niños, los adultos mayores, los que padecen enfermedades cardíacas y/o pulmonares, los fumadores y quienes habitan en zonas de gran altitud.

Los síntomas pueden ser diferentes de una persona a otra. Los más comunes son:

- Dolor de cabeza
- Náuseas o vómitos
- Alteraciones visuales
- Mareos, acompañados de cansancio
- Letargo o confusión
- Desmayo o pérdida de conocimiento
- Convulsiones
- Estado de coma

Por otro lado, las personas intoxicadas con monóxido de carbono presentan, característicamente, la piel de color rosado intenso.

Medidas de prevención

- Controlar que el color de la llama en los artefactos de gas sea azul. La llama amarilla es signo de mala combustión.
- Hacer revisar anualmente los artefactos de gas por un gasista matriculado.
- Asegurar que las instalaciones sean hechas correctamente por un profesional matriculado.
- No instalar calefones en el baño.
- En ambientes cerrados como baños o dormitorios sólo instalar artefactos con salida al exterior, los llamados “de tiro balanceado”.
- Evitar calefaccionar con el horno o las hornallas de la cocina.
- Recordar que los braseros son particularmente peligrosos por su tendencia a hacer mala combustión y producir monóxido de carbono. Jamás colocarlos en dormitorios ni en lugares cerrados. Apagarlos y dejarlos fuera de la casa antes de irse a dormir.
- Instalar los grupos electrógenos en el exterior, lejos de puertas o ventanas abiertas y respetando las indicaciones del fabricante.
- Dejar una ventilación permanente en cada ambiente, más aún en los calefaccionados.
- Ventilar toda la casa una vez por día.

Ante los primeros síntomas, apagar el artefacto, ventilar inmediatamente el lugar y sacar a la persona afectada al aire libre. Recurrir sin demora a un centro de salud o llamar a un servicio de emergencias.

Fuente: Ministerio de Salud de la Nación