
Se encuentra ubicada en la localidad de Roldan, llegar no es tan simple. Para hacerlo hay que cruzar un camino de dos kilómetros con profusa vegetación y allí, en medio del monte se encuentra, majestuosa y elegante: la Estancia Santa Rosa. Actualmente es utilizada como polígono de tiro de la policía.
Fue propiedad hace más de cien años de la familia Sánchez Arbides y el lugar era uno de los más importantes de la zona. Luego, con el tiempo, se fue vendiendo el terreno en diferentes partes, y ahora la estancia es propiedad de Atilio Gibertoni, dueño de lo que fue Harrod´s en Argentina.
Si volvemos al pasado podemos imaginarnos el escenario esplendoroso de la Estancia en aquella época. Las instalaciones del casco, como así también los bulevares de acceso al mismo, están delimitados por cortinas de añosos eucaliptos. Una imponente fachada rodeada de vegetación y palmeras adornan la entrada al casco principal. Las puertas de madera, muy altas, al igual que las paredes, como toda construcción de la época. Los ambientes eran fríos, pero varios de ellos contaban con hogares a leña.
Afuera, un tanque que proveía de agua a la estancia funcionaba con una cisterna. Unos metros mas alejados del casco se encontraban las casillas para el personal y los peones, , también había una capilla, silos para guardar el cereal, una escuela pequeña, una herrería, corrales, un gallinero, un vivero, un sector de caballerizas y diferentes galpones que albergaban herramientas y elementos para trabajos de ganadería y agricultura.
La estancia albergaba a una gran cantidad de familias que allí trabajaban.
Ya nada queda de aquel tiempo glorioso de aquellos años de plenitud y esplendor. Hoy el panorama de la estancia Santa Rosa es completamente distinto. El abandono, el paso de los años y las idas y vueltas de los dueños, dejaron a Santa Rosa en ruinas.
Hoy es visitada por curiosos que llegan al lugar atraídos por las historias y leyendas urbanas. Otros simplemente para pasar un día tranquilo y algunos llegan al ejerciendo vandalismo, daño, otros tantos para realizar ciertos cultos para rituales paganos.
La mitología y la cantidad de historias de los hechos que presuntamente sucedieron allí se han multiplicado con el tiempo. Es que el deterioro y el aspecto lúgubre que presenta la estancia actualmente generan muchas sensaciones.
Lo cierto es que está lejos de ser un espacio fantasmagórico, más bien remite y hace referencia a una época pasada, a historias vividas, a familias, trabajo, a un patrimonio histórico cultural que aún vive y está presente en medio de una ciudad qué no lo olvida.
Proyecto de restauración caído
En el año 2016 algunos portales de noticias mencionaron una suerte de restauración de la Estancia Santa Rosa, seria convertida a través de una “millonaria inversión” por parte de empresarios inmobiliarios en un Country Club.
La estancia sería reacondicionada para montar allí: un restaurante, bar,, sala de Juegos, sala de video, sauna, guardería de niños, estacionamiento, pileta de natación con solarium y servicio de bar. Un área deportiva con gimnasio, vestuarios, cancha de fútbol, dos canchas de hockey, dos canchas de tenis y diez canchas de paddle. En el proyecto también se incluían cuatro canchas de polo, caballeriza y pista de equitación; y una cancha de golf de 18 hoyos con Club House de Golf, y departamentos.
De esta suerte de resurrección y esperanza no quedó nada, solo la ilusión. La Estancia Santa Rosa sigue siendo la misma, con la misma impronta que en aquellos años aunque hoy, un poco más solitaria, misteriosa y abandonada.
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