La decisión responde a una cuestión de planificación. Desde el comienzo del torneo se contempló que no habría jornada entre el 2 y el 4 de agosto por las elecciones, y aunque luego estas fueron suspendidas, los organizadores optaron por no modificar el calendario. Así, los planteles tendrán descanso, entrenamientos más largos y algunos partidos por Copa Argentina, mientras los hinchas se quedan sin fútbol oficial de liga.

En lugar de la Liga, lo que sí se jugará es la Copa Argentina, que ocupará ese espacio con varios partidos pendientes de 16avos y octavos de final. Habrá acción desde el miércoles hasta el domingo, con cruces atractivos como San Lorenzo vs Tigre, River vs San Martín de Tucumán y Racing frente a Riestra. Todos los encuentros serán televisados por TyC Sports.

El Clausura retomará su curso recién el jueves 7 de agosto, con partidos destacados como Boca-Racing, River-Independiente y Central visitando a Atlético Tucumán. Para los equipos que no están en la Copa, el parate podría cortar el ritmo competitivo justo en un momento en que algunos empezaban a tomar vuelo o buscaban levantarse tras un mal arranque.

Esta pausa inesperada generó críticas por parte de hinchas y analistas, que consideran que el torneo aún corto no puede permitirse estos vacíos. Sin embargo, desde AFA argumentan que había compromisos asumidos con la Copa y que priorizaron sostener la estructura definida desde el inicio.