El 18 de septiembre de 2006, Jorge Julio López, sobreviviente de la dictadura y testigo en el juicio contra el torturador Miguel Osvaldo Etchecolatz, desapareció cuando debía presentarse en la anteúltima audiencia del proceso oral y público, el primero que condenó a un sicario del terrorismo de Estado por genocidio.
Desde ese día no se supo más de él y al cumplirse 15 años muchas organizaciones, organismos de Derechos Humanos y su familia reclamarán para que avance la investigación judicial que no pudo esclarecer su segunda desaparición forzada.
Entre las iniciativas se encuentra la idea de construir un archivo colectivo de memorias de aquel juicio histórico, iniciado el 20 de junio y finalizado el 19 de septiembre de 2006, fue el primero luego de las declaraciones de inconstitucionalidad y nulidad de las leyes de Obediencia Debida y Punto Final.