La Conmebol abrió un expediente disciplinario contra Rosario Central por los incidentes ocurridos durante y después del partido contra Peñarol en la Copa Libertadores. El encuentro, que se disputó en el estadio Gigante de Arroyito ante 45.000 aficionados, se vio empañado por disturbios en las tribunas.

Los incidentes comenzaron cuando hinchas locales arrojaron vallados desde la segunda bandeja hacia la primera, donde estaban los aficionados de Peñarol. Esto resultó en golpes, cortes y personas lastimadas, según informó un aficionado a un canal de televisión argentino.

Después del partido, que Rosario Central ganó con un gol de Carlos Quintana, el futbolista de Peñarol Maximiliano Olivera fue impactado en el rostro por una piedra, causándole una herida cortante.

El presidente de Peñarol, Ignacio Rubio, exigió medidas de seguridad adecuadas y criticó la falta de precaución durante el partido. Afirmó que Olivera no tiene huesos rotos, solo contusiones, según un estudio realizado en Rosario.

Rosario Central repudió los incidentes en un comunicado y afirmó estar revisando las cámaras de seguridad para identificar a los agresores y sancionarlos conforme a las normas legales y reglamentarias. Por tal motivo, la Conmebol iniciará el proceso para investigar lo ocurrido y tomar las medidas correspondientes.