Giménez, nacido en Rosario en 2006, forma parte del club desde los ocho años y viene siendo una de las apuestas más firmes del semillero canalla. Con buen juego aéreo, liderazgo en la zaga y un gran despliegue físico, logró captar la atención internacional pese a haber disputado apenas algunos encuentros en la Primera División. En agosto del 2024, convirtió su primer gol en la máxima categoría en la victoria ante Atlético Tucumán, fue el primer defensor en entrar desde el banco y anotar el gol del triunfo para Central.

Su proyección no se limita al ámbito local. El joven defensor tuvo rodaje en la Selección Sub-17 durante el Sudamericano y el Mundial del 2023, y en 2024 fue convocado por Javier Mascherano para la Sub-20. Estas experiencias internacionales reforzaron su perfil y lo posicionaron como uno de los talentos más interesantes del fútbol argentino. Su cláusula de rescisión es de 20 millones de dólares, cifra que los clubes europeos ya conocen y evalúan.

Ante esta situación, la dirigencia de Rosario Central se mueve con rapidez. Ya comenzaron las gestiones para extender su contrato, que actualmente rige hasta diciembre de 2025, con mejoras salariales y una cláusula aún más alta. La intención es clara: evitar una salida prematura y darle continuidad a un jugador que puede ser clave en el corto y mediano plazo. Central busca consolidar su proyecto deportivo potenciando a los juveniles surgidos del club.

Más allá de lo que depare el futuro, en Rosario ya se ilusionan con disfrutarlo un poco más antes de que cruce el Atlántico. Juan Giménez es hoy uno de los activos más valiosos del club y su proyección parece no tener techo. Europa lo observa, pero Central no quiere soltarlo tan fácil.