No se encontraron resultados.El próximo 30 de septiembre se cumplirá un año de la clausura definitiva de la tristemente célebre Laguna Estabilizadora de Capitán Bermúdez, que funcionó correctamente en la década del 80, donde decenas de camiones atmosféricos de la ciudad y localidades aledañas vertieron sus líquidos durante años.

La clausura debió llevarse a cabo en abril del 2011, pero desde la provincia otorgaron una prórroga para que se puedan seguir arrojando los líquidos en ese lugar hasta encontrar una salida alternativa.

El mismo día que se dio el cierre definitivo hubo una reunión clave donde se acordó la construcción de un nuevo centro de recepción de residuos domiciliarios en Granadero Baigorria. En la misma participaron el Intendente de Granadero Baigorria, Alejandro Ramos; el actual Diputado Nacional y en ese entonces Senador por el Departamento Rosario Juan Carlos Zabalza; y el Presidente de ASSA (Aguas Santafesinas) Alberto Daniele.

Desde la clausura de la laguna, que se ubica en la zona rural de la ciudad, detrás de la autopista Rosario – Santa Fe, comenzaron los inconvenientes para Capitán Bermúdez.

A los pocos días del cierre definitivo del único lugar que se encontraba habilitado hasta entonces para arrojar los residuos domiciliarios, los dueños y chóferes de camiones atmosféricos realizaron una protesta; el motivo era que para poder descargar debían dirigirse hasta la zona sur de la ciudad de Rosario (calle Ayolas y el río), lo que implica un excesivo gasto en combustible y complicaba a muchos trabajadores del rubro, ya que gran parte de los vehículos no estaban en condiciones de viajar hasta ese nuevo destino.

Esto sacó a relucir otra falencia más del gobierno municipal: ¿si los camiones no están habilitados para circular por Rosario, por qué si pueden hacerlo por Bermúdez?.

Como medida, el Concejo Municipal decidió declarar la emergencia sanitaria en todo el territorio de la ciudad el 11 de octubre. El municipio intentó dar una respuesta a los vecinos, teniendo en cuenta que la situación comenzaba a agravarse con el paro de los camioneros; y propuso, de manera provisoria, colocar camiones especiales para hacer un trasvase entre los vehículos pequeños y fuera de condiciones con algunos aptos para dirigirse hasta la zona sur de Rosario. El costo extra provenía de las arcas municipales, algo que después tendría sus consecuencias, porque sabemos que si la municipalidad de Bermúdez se caracteriza por algo es por los problemas económicos, sobretodo en los últimos años, o la última década.

A mediados de noviembre, el actual Intendente Mario Montizanti, en ese entonces todavía no estaba en funciones, decidió hacerse cargo del problema. Como solución planteó un vaciadero provisorio en calle Los Granaderos, a la altura de calle 25 de mayo. Los vecinos de la zona realizaron un fuerte reclamo y lograron que esa obra, que iba a estar a cargo de ASSA, no se llevara a cabo.

La situación empeoró a fines de diciembre, cuando la empresa que realizaba el trasbordo hasta Rosario levantó el servicio por falta de pago, fue el peor momento ambiental de la ciudad durante este conflicto.


Como desahogo apareció en el mes de marzo la posibilidad de utilizar la estación elevadora Nº 7, ubicada en la zona norte de la ciudad de Rosario, que permitía que los camiones de Capitán Bermúdez puedan dirigirse hasta ese sector para hacer la descarga, peor solamente de líquidos, por lo que los camioneros sólo podían extraer la mitad del contenido de los pozos ciegos.

Hoy, a un año del inicio de este problema para la ciudadanía bermudence, la estación Nº 7 fue clausurada debido al colapso de descargas y la emergencia sanitaria se agudiza en la localidad; el vaciadero de Granadero Baigorria no están ni en un 50% de su construcción; los vecinos pagan un servicio elevado ($160) y sólo le extraen la mitad de los líquidos del pozo negro; el municipio no da ninguna solución y ya piensan en volver al viejo vaciadero clausurado en septiembre del año pasado.

Desde el oficialismo cuestionan a ASSA y remarcan que es la empresa la única responsable de la realidad que vive hoy la ciudad. Lo cierto es que sólo el 8% de los frentistas de Capitán Bermúdez tiene acceso al servicio de cloacas y el resto sigue padeciendo los mismos inconvenientes que hace un año atrás: un servicio caro y que demora en realizarse, poniendo en jaque la situación ambiental de la localidad.

Como si fuera poco, las descargas clandestinas son moneda corriente y hasta el propio Intendente las reconoce como tales, o al menos eso dejó entrever el Concejal del Frente Progresista Cívico y Social Daniel Medina en la última sesión del Concejo Municipal.

La posición del Partido Obrero

Desde el Partido Obrero emitieron un comunicado donde aseguran que “la proliferación de pozos negros se esta transformando en un atentado brutal a las napas de nuestra ciudad perjudicando a toda la población en su conjunto teniendo además en consideración que hay sectores que aun no tienen agua corriente”.

“Son innumerables las denuncias de los vecinos que informan que se tiran los residuos cloacales en las zonas rurales entendiendo el riesgo ecológico que esto significa”, agrega el comunicado. Y sostiene: “Es necesario aplicar medidas de fondo para salir de esta verdadera depredación ambiental. No se puede seguir formulando declaraciones de Re-Re emergencia sin ir a la verdadera solución de los problemas ambientales”.

En dicho mensaje, la bancada representada por Jorgelina Signa en el Concejo Municipal exige que haya un aporte extraordinario de la provincia para realizar un plan de cloacas, propone crea una comisión de emergencia y seguimiento de la obras y destaca que ya tienen más de 2000 firmas de vecinos para solicitar una entrevista con el Gobernador Antonio Bonfatti para buscar una respuesta concreta.