Con la presencia de la vicepresidenta Victoria Villarruel, el gobernador Gustavo Valdés y el intendente Noel Gómez, la ciudad de Saladas vivió este viernes una jornada cargada de emoción y memoria histórica con el arribo de los restos simbólicos del Sargento Juan Bautista Cabral y sus compañeros granaderos caídos en el combate de San Lorenzo de 1813.
La urna con los restos, que permanecieron durante más de dos siglos en el convento San Carlos de San Lorenzo, Santa Fe, llegó escoltada por una comitiva municipal y los Cazadores Correntinos, en un acto que tuvo como punto de inicio el acceso a la ciudad, donde confluyen la RN118 y el antiguo Camino Real, y culminó en el Museo Histórico Juan Bautista Cabral.
Victoria Villarruel, el gobernador Gustavo Valdés y el intendente Noel Gómez
Si bien el Gobierno nacional advirtió que no es posible identificar con certeza los restos del héroe saladeño, debido a que fueron sepultados en una fosa común sin registro individual ni muestras de ADN, la ceremonia fue asumida con alto contenido simbólico. El gesto fue recibido como un acto de reparación histórica por parte de la comunidad y autoridades locales.
La urna fue entregada por el Secretario de Gobierno Nicolás Guidobono y el profesor Matías González, y depositada en una sala especialmente restaurada del museo, en la casona que perteneciera a la familia Cabral. La remodelación, impulsada por el municipio con apoyo del Comité Iberá y la museóloga Hada Irastorza, incluyó un nuevo guión museográfico que recorre la historia local desde el poblamiento inicial hasta el siglo XIX, con un capítulo especial dedicado al sargento que dio su vida por San Martín.
Durante el acto, el cura párroco Martín Daniel González bendijo la urna y pidió por el eterno descanso de los 14 granaderos que yacen en San Lorenzo, y de los cuales hoy una fracción simbólica descansa en tierra correntina.
“Era una deuda histórica con Saladas, y con los valores de entrega, coraje y patriotismo que representa Cabral”, expresó el intendente Noel Gómez. El evento contó además con una multitudinaria participación ciudadana, cabalgatas tradicionales y manifestaciones de orgullo popular en las calles.
La acción simbólica fue aprobada por la Orden Franciscana, titular del cementerio conventual, con la aprobación de las autoridades nacionales de Sitios y Monumentos Históricos. A pesar del silencio a la comunidad de San Lorenzo, sin dudas, es una iniciativa llena de espiritualidad y sentido nacional, que reafirma el vínculo entre el pueblo natal del prócer y el lugar donde entregó su vida por la libertad de América.