
La semana pasada hubo novedades en la causa por
abuso sexual que enfrenta un tatuador sanlorencino que fue denunciado por una joven en 2018. La denunciante y su abogado -querellantes en la causa-, se reunieron con el Fiscal quien los puso en conocimiento acerca del pedido de pena que harán en la audiencia preliminar al juicio oral contra el imputado.
De acuerdo a la información obtenida por este medio, el Fiscal Juan Carlos Ledesma, al entender que la investigación está concluída, solicitará la pena de 8 años de prisión para el acusado, por el delito de Abuso sexual gravemente ultrajante con acceso carnal en caracter de autor.
La víctima y su abogado fueron informados por el propio Ledesma, y coincidieron con la calificación y el pedido de pena, aunque lo terminarán de evaluar en las próximas horas.
Luego, las pruebas y el pedido o los pedidos de pena deberán ser presentados en la Audiencia Preliminar en la que el Juez deberá evaluar la pertinencia de las mismas para, en caso de considerarlo suficiente y correcto, pasar a Juicio Oral.
Florencia, la víctima, en diálogo con
11Noticias, contó lo ocurrido: “Él además de tatuar hacia Shibari, esa noche me comenta como funciona, me gustaba por lo artístico, no me pareció nada raro y el 3 de julio (2018) fui a hacer la sesión, hicimos dos, todo bien y en la tercera el abusa de mi con toqueteos sin mi consentimiento”.
“Le pido que me baje y me desate, el agarra y me lleva de los pelos a una de las máquinas que había en el gimnasio, ya que esto pasó en el gimnasio Urban de San Lorenzo, y ahí me obligó a practicarle sexo oral, en un momento eyaculó en mi cuerpo, y yo salí de ahí y me fui directamente a denunciar a la comisaria”, expresó Florencia.
El shibari es una técnica artística que implica atar a la persona siguiendo ciertos principios estéticos, y empleando cuerdas generalmente de fibras naturales.
Tras la denuncia, la joven dejó su ropa para que sea examinada y realizó la revisión con el médico forense. “La pericia psicológica fue un año después de que denuncié y durante 4 años no tuve ninguna respuesta, hasta que me puse un abogado y logramos una audiencia imputativa”, contó la joven.
Los resultados de
las muestras de ADN de la ropa se conocieron recién en marzo de este año, cinco años después del hecho. Las mismas, arrojaron que el semen encontrado en la ropa correspondía al acusado.