La Gendarmería Nacional Argentina concluyó el expediente en donde se investigó lo ocurrido el pasado 12 de marzo durante una manifestación de jubilados frente a la Plaza del Congreso, en la cual el fotógrafo Pablo Grillo fue salvajemente atacado por parte de la fuerza federal y cuya consecuencia fue un traumatismo de cráneo que casi le cuesta la vida.

El informe sostiene que el cabo Héctor Guerrero, quien disparó un cartucho de gas lacrimógeno contra el fotógrafo de 35 años de edad, fue un hecho fortuito. A su vez, le atribuyen la responsabilidad a la víctima por situarse “sobre la línea de fuego”.

Tras el ataque ocurrido tres meses atrás, Grillo estuvo internado en estado crítico y en los últimos días pudo empezar a reconstruir su vida fuera del hospital.

Al conocerse el informe de la fuerza federal, desde el Centro de Estudios Legales y Sociales repudiaron la decisión y el resultado de la pericia.

“Lejos de constituir un proceso orientado al esclarecimiento de los hechos y la atribución de responsabilidades, el trámite interno operó como una mera formalidad diseñada para avalar los comportamientos de sus efectivos y encubrir cualquier conducta que haya puesto en peligro la vida de los manifestantes”, advirtieron quienes actúan como querellantes en la causa.