El departamento Rosario registró 19 homicidios en los primeros 30 días de enero, lo que equivale a un asesinato cada 37 horas. Si bien en 2023 la cifra de crímenes se redujo en un 65%, el diputado provincial Carlos Del Frade advierte que el poder de fuego y económico de las bandas narcopoliciales sigue intacto.

"Dijimos que se trataba de un paréntesis y que el doble asesinato de Pillín y el Rana Atardo abría un escenario de mayor densidad", señaló Del Frade, en referencia a los recientes crímenes vinculados a disputas entre organizaciones criminales. El legislador insiste en que la baja en los homicidios no implica la desaparición de los grupos delictivos que operan en la región.

El diputado también alertó sobre la falta de equidad en la persecución judicial y el encarcelamiento de los actores vinculados al narcotráfico. "Si solamente las cárceles se llenan de pobres no se termina ni con el narcotráfico ni con el contrabando de armas", afirmó, poniendo el foco en la necesidad de investigar y desmantelar las estructuras que facilitan el flujo de drogas y armas en la provincia.

El inicio de 2025 confirma las advertencias de distintos sectores sobre la fragilidad del descenso de los homicidios en Rosario. Con las bandas aún operativas y los circuitos ilegales funcionando, el desafío para las autoridades sigue siendo frenar la violencia sin limitarse a medidas represivas que recaigan únicamente sobre los sectores más vulnerables y, mucho menos, a la excesiva publicidad y puestas en escena a las que recurren el gobernador Maximiliano Pullaro y la ministra de Seguridad de la Nación, Patrici Bullrich.