Cada 6 de agosto, la Municipalidad de Rosario renueva su compromiso a través de una acción que ya es símbolo de la ciudad: Mil Grullas por la Paz. Esta expresión colectiva, que se lleva adelante desde hace 27 años, invita a reflexionar y sensibilizar a la comunidad sobre la importancia de construir un mundo más justo, solidario y lleno de oportunidades.
En esta oportunidad la celebración se llevó adelante en El Jardín de los Niños y contó con la presencia de autoridades y chicos y chicas de distintas escuelas de la ciudad y de otras localidades, así como de diferentes instituciones, voluntarios y público general. Allí, miles de personas plegaron sus grullas de papel en una jornada emotiva, en la que el deseo de paz se plasmó en colores, palabras y gestos compartidos. Un mensaje que trasciende edades y fronteras, y que cada año reafirma el valor de la convivencia, la memoria y la esperanza.
Esta iniciativa, que desde hace casi tres décadas reúne a miles de rosarinos y rosarinas, es impulsada por los voluntarios del proyecto Mil Grullas por la Paz y la asociación civil C.H.I.C.O.S., con el acompañamiento de la Secretaría de Cultura y Educación de la Municipalidad de Rosario.
En esa reflexión colectiva y simbólica que promueve la construcción de una cultura de paz en la ciudad, el secretario de Cultura y Educación, Federico Valentini, expresó: “Siempre es una alegría estar en este evento, por el trabajo de voluntarias y voluntarios que sostienen esta propuesta desde hace años. Les voy a hablar de Rosario, una ciudad que hace un tiempo no muy lejano parecía que había perdido la paz, pero el sol sale y la ciudad vuelve a tener su mejor cara”.
La referente de la acción en Rosario de Mil Grullas por la Paz, Meri Affranchino, también expresó ante los presentes lo significativo de este día: “Nosotros pensamos que la guerra no tiene ningún sentido, aunque haya razones, y si hay alguien que queda en el medio de esto, son los niños. Por eso hace 27 años cuando nos contaron esta historia de niños pidiendo vivir en paz, se nos estrujó el corazón y decidimos acompañarlos. Hoy llegamos aquí a este lugar maravilloso, en este edificio semientrerrado y esta calle que la pensamos como la de los sucesos, y qué mejor suceso que alojar el pedido de los niños de vivir en paz, y que aquí lo tienen en la voz de cada uno de ustedes, plegando grullas”.
Este año, la conmemoración tuvo un carácter especial, se cumplen 80 años del bombardeo atómico sobre Hiroshima, Japón, un hecho que conmovió al mundo y obligó a los países intervinientes a sentarse y buscar caminos hacia la paz. También se recuerda que hace 70 años nació la tradición de las mil grullas, inspirada en el deseo de un grupo de niñas y niños sobrevivientes cuyo mensaje recorrió el planeta: "Éste es nuestro grito, ésta es nuestra plegaria: Queremos la paz".
La leyenda cuenta que a quien pliegue 1.000 grullas de papel se le concederá un deseo. En ese acto repetido y delicado, quienes participan no sólo construyen una figura, sino que también se toman el tiempo de reflexionar, de comprometerse, de transformar pequeños gestos cotidianos como punto de partida de una sociedad más justa y pacífica.