Según el funcionario, la diferencia entre los resultados originales y los de la nueva prueba fue “absolutamente escandalosa” y, a criterio del Gobierno, “no hace más que confirmar lo que defendimos desde el primer día: en la salud, el mérito y la idoneidad no se negocian”. 

Este segundo examen surgió luego de detectarse resultados anómalos y presuntas irregularidades en la primera instancia. El caso tomó mayor relevancia a partir de la denuncia penal presentada por el Ministerio de Salud contra un médico ecuatoriano, luego de que se viralizara un video en el que se lo veía grabando la prueba con unos lentes equipados con una cámara oculta. 

La sospecha es que enviaba las imágenes al exterior para recibir las respuestas por medio de un auricular. Las autoridades también confirmaron la existencia de grupos pagos en Telegram y WhatsApp donde se ofrecían las resoluciones y respuestas del examen. 

Del total de 141 postulantes con resultados incongruentes que fueron convocados a rendir nuevamente, se presentaron 117, de los cuales 109 eran extranjeros. La segunda evaluación se realizó bajo un fuerte operativo de seguridad que incluyó la prohibición de ingresar con dispositivos electrónicos, y se dispuso que las calificaciones originales solo se mantendrían si la nueva nota no variaba más de un 10%.