El secretario de Cooperación del gobierno provincial, Cristian Cunha, reconoció que la obra puede generar “algunos inconvenientes” pero que “en el futuro inmediato traerá muchos beneficios”. “Estamos trabajando sobre las alternativas a tomar para aminorar un problema que vamos a tener, porque al trabajar sobre la Autopista se achican los carriles y se pueden generar demoras. Trabajamos en cómo esto puede afectar de la menor manera posible a las localidades de este cordón”.

Sin embargo, más allá de mencionar una “mayor coordinación” y visitas a las localidades para “escuchar sus necesidades”, no se precisó cómo se distribuirá el flujo vehicular en un contexto de alta circulación y capacidad vial reducida, que incluso durante los meses de enero y febrero en “horarios pico” la autopista se vio colapsada, aún sin la presencia de camiones.

Por su parte, el secretario de la Agencia Provincial de Seguridad Vial, Carlos Torres, mencionó que se está diseñando un “mapa provincial” para definir por dónde circularán los camiones, aunque indicó que el esquema será similar al del año pasado, sin aportar información específica sobre cambios en la logística ante la situación actual.

Tampoco se informó en qué fecha podría estar abierta al tránsito la primera etapa del tercer carril entre Capitán Bermúdez y San Lorenzo, donde se está trabajando actualmente, lo que permitiría aliviar en parte la congestión de camiones en la zona más crítica del Cordón Industrial.

Vale recordar que a partir de una inversión del Gobierno de la Provincia, comenzó a principios de enero pasado la construcción del tercer carril de la Autopista Rosario-Santa Fe. Se ejecuta en el tramo de 16 kilómetros entre la Avenida Circunvalación de Rosario y el acceso a la ciudad de San Lorenzo (centro). Los trabajos fueron adjudicados a la empresa Pose SA, por $ 41.498.589.398. También se realiza la repavimentación completa del “Camino de la Cremería”.