El presidente comunal de Ricardone, Facundo Morandín, parece más preocupado por la foto y el discurso que por la realidad ambiental que asfixia a su localidad. Mientras el pueblo recibe más de 600 mil toneladas de basura al año y convive con malos olores, roedores y agua de pozo contaminada, Morandín se pasea por encuentros de “economías sostenibles” y medio ambiente, evitando cualquier referencia al relleno sanitario que convirtió a la comuna en el basural del Cordón Industrial.
En su última aparición, viajó a Vicente López, bastión del PRO de Mauricio Macri, comandado por el secretario de Municipios y Comunas, Horacio Ciancio, para mostrarse como un funcionario comprometido con la sustentabilidad. “Estos encuentros permiten avanzar en conocimiento para colaborar entre las partes y generar políticas de estado sostenibles y sustentables, que tengan un impacto positivo en los vecinos”, declaró en redes oficiales. Sin embargo, en Ricardone la realidad se enarbola en una montaña de residuos que crece día a día, generando un impacto ambiental y sanitario inocultable.

Desde Taller Ecologista, organización con 40 años de trayectoria socioambiental, vienen advirtiendo hace años sobre la gravedad de la situación. Ya
en 2022 denunciaron que el basural dispersaba líquidos contaminantes en los alrededores. Recientemente, volvieron a documentar
la presencia de lixiviados con alta carga orgánica y metales pesados como cromo y níquel, fluyendo por canales pluviales que desembocan en el arroyo Ludueña y, finalmente, en el río Paraná.
“Lo que vemos en Ricardone es peor que un tratamiento deficiente: directamente hay vertidos a cielo abierto, sin control y con riesgo para la salud pública”, alertaron desde la ONG.
A esto se suman episodios macabros, en marzo de este año se
hallaron restos humanos en el predio del basural, vinculados a un homicidio investigado en Rosario. Un hecho que expuso no solo el abandono ambiental, sino también la falta de control y seguridad del lugar.
¿Que garantiza el presidente comunal sobre estos terrenos?¿No es responsable de la prevención de riesgos?
Los municipios y comunas tienen la facultad de establecer normas urbanísticas y de seguridad que los propietarios de terrenos privados deben cumplir.
La respuesta oficial es el silencio o la evasión. Durante su primer mandato Facundo Morandín no supo tomar medidas contundentes al respecto y parece más enfocado en asistir a conferencias que en garantizar agua segura, aire limpio y un ambiente saludable para sus vecinos.