Un grave hecho de corrupción generó este jueves que el Corralón Municipal de la ciudad de Rosario sea intervenido, producto de denuncias que vinculan al pago de coimas para retirar vehículos y motocicletas.
Este jueves, por Decreto, el intendente Pablo Javkin no tuvo más remedio que ejecutar el traspaso del corralón de zona oeste, ubicado en Presidente Perón al 7900, a la órbita de la Subsecretaría de Control Municipal.
La denuncia presentada por el intendente en el Palacio de los Leones da cuenta de un conjunto de empleados y personal jerárquico del corralón que realizaban maniobras para vender vehículos que habían sido remitidos.
En concreto, dos empleados fueron apartados y Henry Fabro, juez de faltas quien desde el 2006 ocupa diferentes cargos dentro de la Municipalidad de Rosario, está siendo investigado por parte de la Justicia.
La investigación que detalló el intendente estima que cinco vehículos fueron vendidos de forma ilegal con estas maniobras corruptas, vehículos que no habían sido reclamados por los dueños y que contaban con buenas prestaciones técnicas y poca antigüedad.
La versión que ofrecieron desde Control y Convivencia señala que una gestora del automotor había reclamado en septiembre la entrega de un auto y una moto que habían sido comprados con un valor mucho menor al de mercado. Estos vehículos, en los registros, figuraban como compactados.
Desde allí partió una investigación que pudo corroborar una serie de maniobras de ventas de vehículos de forma ilegal y también de autopartes.