
El jueves se dio a conocer la triste noticia del fallecimiento de Yastay, el cóndor cordobés nacido en cautiverio en noviembre de 2019 en la Reserva Tatú Carreta, ubicada en el Valle de Punilla. El ave, que había sido liberada en 2022, murió envenenada en la Patagonia.
Yastay fue hallado sin vida en el sur de Río Negro, a unos 200 kilómetros de Sierra Pailemán, había ingerido una oveja envenenada a propósito y puesta como cebo.
El fallecimiento de Yastay fue informado por el Programa de Conservación del Cóndor Andino (PCCA). Desde la organización expresaron “El uso ilegal de cebos tóxicos, utilizados por algunos productores rurales para matar grandes carnívoros, como pumas, zorros o perros, resulta la mayor amenaza de extinción para el Cóndor andino. Una práctica aberrante que pone en peligro la supervivencia de esta especie amenazada, impactando gravemente la biodiversidad, el ambiente y la salud humana”.
“Yastay, un cóndor liberado en Sierra Paileman en el año 2022, encontró la muerte a más de 214 km de su lugar de suelta, al sur de la provincia de Río Negro, cuando bajó a comer los restos de una oveja envenenada con Carbofuran, un poderoso agrotóxico prohibido en el país por SENASA (Resolución 263/2018)”, indicaron.
Los datos satelitales mostraron su falta de movimiento a unos 32 Km al sur del Caín, casi llegando al límite con Chubut. “Los asistentes de campo del PCCA y guardas ambientales de la provincia de Río Negro fueron a revisar el sitio y, lamentablemente, lo hallaron muerto, en una escena típica de envenenamiento, donde se encontraron además ejemplares de otras especies, en torno a una oveja que había sido envenenada y usada como cebo”, explicaron desde la organización en un comunicado.
Siguiendo los protocolos de la Estrategia Nacional contra el uso de Cebos Tóxicos (ENCT) se tomaron las muestras, se realizó la necropsia en el Hospital Escuela de Medicina Veterinaria de Choele Choel y se realizaron los estudios toxicológicos que permitieron determinar la presencia de este poderoso veneno. Considerado el peligro que representa esta práctica ilegal, tratándose de una especie amenazada en Argentina y considerada Monumento Natural en la Provincia de Río Negro, se solicitó la urgente intervención de autoridades provinciales y nacionales.