El dato esperado está impulsado principalmente por aumentos en alimentos, educación y otros servicios. En febrero, la inflación había sido del 2,4%, superando en 0,2 puntos porcentuales la de enero (2,2%).

En paralelo, el Relevamiento de Expectativas de Mercado (REM) del Banco Central, publicado el lunes pasado, reflejó que bancos y consultoras proyectan una inflación del 2,6% para marzo, lo que implica un cambio respecto al relevamiento anterior, que preveía un 2,2%. Además, postergaron para junio la posibilidad de que el IPC mensual baje del 2%, con un nuevo cálculo del 1,8%, mientras que antes se esperaba alcanzar esa marca en abril.

Con este panorama, también se ajustaron las proyecciones anuales: el REM estima que la inflación al cierre de 2025 será del 27,5%, es decir, 4,2 puntos más que en la estimación anterior (23,3%). Para los próximos doce meses, el pronóstico subió del 22,2% al 24,5%.

En cuanto a consultoras privadas, Analytica proyectó un 2,5% de inflación para marzo, mientras que Equilibra la ubicó en 2,6%, ambas apuntando como principal motor de suba al rubro alimentos y bebidas.