La pandemia de COVID 19 ha dejado más que claro que uno de los principales condicionantes para la equidad en el acceso a los procesos formativos es la famosa brecha digital ¿Cómo superarla? En primer lugar, el acceso a las tecnologías (conexión a Internet de calidad, contar con dispositivos móviles o computadoras que soporten los actuales desarrollos de software y aplicaciones) representa un esfuerzo económico enorme para muchas familias. En segundo término, incluso los servicios más caros pueden ser deficientes en la conexión y ahí sí, la geografía manda. Pero además, hay otro distanciamiento asociado: la brecha cultural. El acceso a la tecnología no lo es todo, también hay que saber cómo usarla, cuáles son sus códigos, potencialidades y limitaciones. Y esto vale tanto para las educadoras, educadores, padres, madres, referentes afectivos, niños/as y adolescentes.
Para la Mg. Cecilia Ángela Odetti, coordinadora de la Lic. en Educación en Primeras Infancias de la Facultad de Humanidades y Ciencias, “la brecha digital, que ha tomado un primer plano en este marco, es la expresión de las desigualdades sociales y culturales que estructuran nuestras sociedades. Es decir, se agudizan las desigualdades que ya existían en la presencialidad convencional dependiendo del territorio, conectividad, espacios y tiempos familiares, y diferentes necesidades educativas que se presentan en el acto de aprender de los niños y niñas. En este camino, sostener el vínculo pedagógico entre los adultos y los niños/as con la mediación de dispositivos digitales es una de las cuestiones centrales que tenemos que fortalecer para garantizar los procesos de enseñanza y aprendizaje. La educación de las infancias en este contexto exige asumir el compromiso de la posibilidad desde una mirada responsable de las condiciones reales de los niños/as y las familias”, apunta.
Por su parte, Figueroa señala que “si bien contamos con muchas herramientas tecnológicas para poder desarrollar los distintos procesos educativos desde el nacimiento hasta la adolescencia, también sabemos que las infancias están atravesadas por innumerables desigualdades. El acceso a los dispositivos, el acceso a los datos, hacen que los procesos sean muy distintos. Debemos trabajar para asegurar que los estados --municipal, provincial, nacional-- puedan necesariamente garantizar el derecho de las y los niños. Y continuar trabajando para sostener sus derechos, ampliarlos y defender los conquistados”.
Por la salud, la diversidad y la inclusión
Equipos extensionistas trabajaron durante la pandemia en acciones destinadas a acompañar a padres, madres, docentes y cuidadores/as y referentes afectivos durante la cuarentena. Así, el proyecto de extensión “Infancias diversas: creación colectiva de cuentos accesibles para el juego y la comunicación” acercó material de lectura y actividades para realizar con los niños y niñas que tienen distintos tipos de discapacidad, en sus hogares. Todo a través de canciones y vídeos, rimas y reflexiones y una invitación especial a niños y niñas con la canción “Mi casa tiene”, realizada por el equipo “Vaivén, creación en movimiento”.
La nutrición en los primeros años de vida también fue eje de la producción de materiales accesibles que buscaron desmitificar la lactancia materna y promocionar esta práctica saludable, que además es un derecho de las niñas y niños. La propuesta surgió de un proyecto radicado en la Facultad de Ciencias Médicas. Por su parte, el Programa de Género, Sociedad y Universidad desarrolló el Conversatorio "Infancias e identidad de género". en vivo por YouTube donde tuvieron lugar relatos y vivencias personales, que se conjugaron con las palabras de profesionales. “Creo que este tipo de actividades profundizan una mirada hacia un futuro para construir una mejor sociedad con respecto a las infancias trans y para todas las personas que atravesamos esta identidad de género y que somos partes de una población que sufre vulnerabilidades y donde, la mayoría, venimos violentadas de diferentes lugares”, afirmó Shendell Spingola, quien participó del conversatorio.
A través de juegos, adivinanzas y recetas, equipos de extensión de la Facultad de Bioquímica y Ciencias Biológicas realizaron materiales para docentes de nivel inicial relacionados con la nutrición. Fue producido con el aporte de estudiantes, voluntarios/as y docentes que han trabajado junto a instituciones educativas de la ciudad. Las actividades permiten aprender y jugar desde casa usando frutas y verduras de estación.
Derecho a la diversión
Universos Mínimos es la propuesta cultural más importante que se desarrolla para las infancias desde la Universidad. Apela a experiencias lúdicas, a las artes, a la creatividad y a la imaginación de niños, niñas y adolescentes. Su misión es reivindicar el derecho a la diversión y dar respuesta a las necesidades de esparcimiento y educación artística de las infancias. Originalmente pensada como un Encuentro de Arte e Infancia (realizado por primera vez de manera presencial en 2019) la propuesta se reconfiguró completamente bajo la modalidad virtual. Así, se desarrolló la plataforma www.unl.edu.ar/universosminimos, un sitio que recibió miles de visitas desde que se puso on line en el mes de mayo. Allí tienen lugar la ilustración y la expresión poética, la educación artística y la improvisación teatral. Cabe destacar que cada propuesta fue desarrollada por artistas, educadoras y talleristas santafesinas con destacada trayectoria comunitaria, por lo que pudieron llevar adelante nuevas propuestas o adaptaciones de sus actividades de taller al mundo on line.
El “Día de las Infancias” además de ser un motivo de festejo y celebración debe ser una oportunidad para que todas y todos como sociedad nos demos un espacio de reflexión en torno a la historia, la actualidad y el futuro de las mismas en pos de garantizar la promoción y protección sus derechos.