Este fin de semana a pesar de las disposiciones provinciales que lo permiten, un culto evangélico de Comunidad Redentor fue clausurado por la Guardia Urbana de la comuna de Timbúes.

“¡Ya mismo me desocupan este lugar!”, gritaron las fuerzas de seguridad local, cuando un grupo de fieles se encontraba orando con todos los protocolos sanitarios correspondientes y las habilitaciones pertinentes.

Testigos contaron a MEDIOS RED lo sucedido: “Éramos un poco más de 10 hermanos en el salón (por protocolo provincial se permiten hasta 30 en reuniones religiosas), correctamente separadas, con barbijos y todas las medidas sanitarias pertinentes, se abrió la puerta y una persona no identificada gritó: “¿Que hacen acá? ¿Se van a enfermar todos? Ya mismo me desocupan este lugar.”

Los presentes contaron: “En la vereda personal de la GUM invitó a los concurrentes y a los que estaban llegando que se vayan, con patrulleros intimidaron con su presencia al puñado de creyentes que se empezaron a retirar".

El pastor Edwin Jenkins trató de explicar que la actividad está autorizada por un decreto del gobernador Omar Perotti, pero ninguna de las razones esgrimidas fue suficiente para el personal municipal y policial quienes solo se ampararon en que estaban haciendo su trabajo.

“Unos minutos después de estar hablando, una de las oficiales, previa comunicación con alguien, nos dijo que no teníamos habilitación municipal, yo les dije que desde la Municipalidad, hace un año atrás, antes de la pandemia, que no hacía falta porque era un lugar de culto. Se les preguntó si clausuraban el local o levantaban un acta, ante lo cual respondieron que no, que no iban a hacer nada de eso. Dijeron que nos iban a traer una ordenanza, que nunca llegó pese a que se esperó durante 45 minutos en la vereda”, contaron los feligreses.

Fuente: Medios Red