Una multitud se concentró en Plaza de Mayo este jueves 25 feriado en un nuevo acto de la vicepresidenta de la Nación, Cristina Fernández de Kirchner, confirmando que continúa siendo la figura política de mayor convocatoria en la actualidad.

Claro que esa convocatoria no se traduce de forma directa a las urnas, ella lo sabe, y gran parte del oficialismo que la tiene como referenta y como la única esperanza de ser la que tome las decisiones de cara a las contiendas electorales, también. Y por eso sigue la incertidumbre, o eso exponen hacia el exterior, con respecto a la fórmula que se presentará en las PASO.

Ella no irá, y eso está más que claro. Y no quizás porque los números no le den, porque eso es algo que el resto de los espacios opositores también tienen en contra: Ni Rodríguez Larreta, ni Bulrich, ni tampoco Milei tienen resultados esperanzadores en las consultoras privadas que contratan con asiduidad en estos tiempos.

Cristina no se presenta porque quiere dar paso a otros dirigentes, o quizás busca evitar el escarnio en los medios de comunicación que esperan que defina su postura para continuar hablando de ella las 24 horas los siete días de la semana.



Obviamente los mencionó, en un discurso que comenzó hablando sobre el gobierno de Néstor Kirchner (la consigna del acto conmemorativo fueron los 20 años de su llegada al gobierno) continuando por un repaso de sus principales disputas en sus dos etapas como jefa de Estado, su lucha contra el Grupo Clarín, pasando por la actual con lo que ella llama “el Partido Judicial”, y continuando con la actualidad y sus diferencias con el gobierno nacional que ella mismo integra.

Nuevamente se referenció la actual vicepresidenta a las necesidades en materia económica que tiene que tener el país, un proyecto que sea superador de la "economía primarizada" y que tenga una "articulación público-privada" para el desarrollo productivo.

En el escenario principal, entre muchos integrantes del actual gobierno, se encontraban los dos hombres que podrían llegar a tomar la posta, o que se empiezan a erigir como los “candidatos de Cristina”: Sergio Massa y Wado de Pedro, este último siendo el que más fuerza tomó en las últimas horas.

En concreto, la suma de casi medio millón de personas de todo el país que concentró la dos veces presidenta de la Nación muestra que hoy sigue siendo la figura de mayor relevancia en la política nacional, y sigue siendo quien tomará las decisiones en el frente oficialista de cara a unas elecciones que pese a todo lejos están de ser perdidas de antemano.