
No se encontraron resultados.El secretario General del Sindicato de Obreros y Empleados Aceiteros de San Lorenzo (SOEA), Pablo Reguera, confirmó la semana pasada en diálogo con este medio, sin ponerse colorado y casi con orgullo, que el abogado Pedro Alberto “Pili” Rodríguez, condenado a ocho años y medio de prisión por delitos de lesa humanidad cometidos durante la última dictadura cívico militar, continúa asesorando legalmente a su gremio, como lo hace desde la década del ochenta.
Reguera explicó que la permanencia del letrado dentro del Sindicato tiene como objetivo que Rodríguez le aporte su experiencia a los nuevos asesores en formación. ¿Qué puede aprender alguien que debe defender a los trabajadores de un personaje que supo entregar a sus compañeros del Partido Justicialista y a dirigentes sindicales? Absolutamente nada positivo, al menos para la clase obrera.
Es impensado que alguien que perjudicó a los trabajadores y demostró ponerse del lado de la patronal durante el golpe de Estado, porque está comprobado que los grandes poderes económicos fueron beneficiados por la política impuesta por Martínez de Hoz que Rodríguez evidentemente avaló, pueda darle algún beneficio a los más de cuatro mil afiliados con lo que cuenta el gremio, uno de los más importantes del Cordón Industrial. Por lo que este personaje no sólo fue cómplice del aparato represor, que tuvo como blanco principal a trabajadores y estudiantes, sino que también actuó a favor del poder empresarial.
Si entendemos que los Sindicatos deben ser organizaciones democráticas, tampoco podemos imaginar como asesor legal a una persona que formó parte del proceso más nefasto de la historia de nuestro país y que interrumpió durante siete años los gobiernos democráticos en el país. Para poder fortalecer la democracia que tanto nos costó conseguir, es necesario fortalecer las bases democráticas dentro de las instituciones y eso no se logrará precisamente con actores de este tipo.
Además, una persona que se encuentra condenada por la justicia, sea cual sea el delito, queda inhabilitada para integrar cualquier cargo dentro de la conducción de un Sindicato. Por lo tanto, la dirigencia del SOEA debería tomar cartas en el asunto y replantearse esta situación, más allá que el cargo que ocupa Rodríguez no está dentro de la Comisión Directiva.
Es inadmisible que Rodríguez continúe al frente de las negociaciones en representación de los trabajadores con la excusa de formar a las nuevas generaciones sindicales, ya que no tiene nadar para aportar más que el recuerdo de malas experiencias para la clase trabajadora de la región y el dolor por los compañeros desaparecidos, torturados y asesinados en esa etapa oscura de nuestra historia.