Obvio que lo van a festejar de esa forma, y no hay que instalar polémicas con respecto a si los jugadores argentinos fueron “caballeros en la victoria” luego de eliminar por penales a Países Bajos en un durísimo partido de dos horas y muchísima tensión en los cuartos de final de este mundial 2022.

“Hay que saber ganar”, comentó el medio español Marca en una publicación aludiendo a la imagen de los jugadores argentinos festejando el triunfo por penales frente a los naranjas.

El fútbol, hoy como deporte ultra dinámico y excesivamente físico, hace atravesar un millón de situaciones emocionales que los futbolistas manejan mientras intentan tomar la mejor decisión en cuanto al juego mismo posible, la que afectará, probablemente, a millones de personas que lo están mirando alrededor del mundo. Y claramente lo demuestran las expresiones de los y las sanlorencinos y sanlorencinas bajo la lluvia del viernes, eufóricos tras la sufrida victoria por penales.

En ese “trabajo mental” que el deportista lleva adelante, los jugadores argentinos vivieron un momento de euforia que mal quedó plasmado en una imagen que ya hasta propios medios locales interpretaron de manera tendenciosa.

“Había uno de ellos que nos bardeaba cada vez que íbamos a patear”, dijo el mismo Nicolás Otamendi, uno de los protagonistas de esa imagen, en la zona mixta del estadio Lusail. Y es más que válido que el rival intente desconcentrar a su contrincante al momento de ejecutar un penal que celebrarán o lamentarán millones de televidentes e hinchas en todo el planeta.

Y si eso mismo vale para uno, vale para el otro festejarlo de la manera que lo festejó. Y esa bronca quedará allí y solo allí, como así lo dijo Lionel Messi, otro de los protagonistas de una imagen del día, señalando al técnico rival Louis Van Gaal, quien también entró en ese “juego verbal” días antes del encuentro.

Por eso, la “gastada” no es tanto una burla injustificada si no una descarga ante un recurso del rival y ya. No gustará a algunos la imagen del ganador riéndose del derrotado, y es válido, pero eso no será la imagen y la generalización de todo un país que tiene una pasión sin igual por este deporte.

Esa es la representación del argentino, no la de un “gastador”. Los y las argentinos y argentinas somos quienes vivimos este deporte con una pasión que sorprende a muchos del otro lado del océano y al norte de este continente.

Fue Argentina ganador de un partido que pudo ser también para Países Bajos, digno rival de turno que llevó al límite las capacidades de la celeste y blanca. Buscar una rivalidad más allá de lo ocurrido hoy es llevar al deporte más popular del mundo a un amarillismo que no terminará siendo aceptado, tarde o temprano, por los mismos protagonistas, y alimentarán el juego de la prensa que busca hablar menos de la pelota y más de los gestos o la probabilidad de conflicto.