No se encontraron resultados.La realidad es el saber que es imposible, porque no somos perfectos y porque en la búsqueda de ese cuento cometemos miles de errores que nos alejan de él, además de saber que no sólo son nuestras decisiones las que moldean nuestro presente sino que también nos influyen los demás. Y es en ese momento nos frustramos, lo tomamos solamente como un sueño que se nos escapa, se aleja de nosotros y sentimos que esa fantasía es irrealizable.

Así seguimos creyendo que nunca vamos a tener absolutamente todo lo que queremos y nos olvidamos de las dos partes más importantes de los cuentos de hadas.

En los cuentos que me contaba mi mamá siempre había una bruja, un ogro, el mal siempre se hacía presente. Así como en la realidad aparecen momentos tristes, momentos difíciles, momentos en que “el mal se hace presente”. Pero en esos cuentos que me contaban también había un hada, un duende, alguien que ayudaba al personaje principal a superar esos males.
Como en la realidad que siempre existe alguien que nos ayuda, un amigo, la familia, un libro, una frase, una palabra o simplemente nuestras convicciones personales.

Entonces pienso... puede que ese “cuento de hadas” no esté tan alejado de la realidad, que tal vez la vida sea un cuento y que lo estemos caminando de a poco. Y me preguntaran entonces ¿Qué pasa con el detalle más importante del cuento de hadas? ¿Qué pasa con el FINAL FELIZ? Yo creo que es posible que esa sea la única diferencia entre ambos.

La realidad tiene pequeños momentos de felicidad en vez de concentrarse en uno solo, en ese Final Feliz. Es posible tomar cada momento de alegre y compararlo con ese final de cuentos, y así decir que nuestra vida es por fin UN CUENTO DE HADAS.

Como dice esa frase: “lo importante no es llegar, lo importante es el camino”, yo creo que nuestra vida es ese camino en el que vamos construyendo nuestro cuento de hadas y que todos los días tiene momentos que se asemejan a los finales felices. Yo se que anhelamos llegar a ese GRAN FINAL FELIZ , pero no tenemos que olvidar de que lo importante es el camino…

Agustina Sola