No se encontraron resultados.Algo que debe estar pasando de moda, porque ya casi nadie lo hace. Tenemos la rara costumbre, de destacar todo lo que se hace mal, de marcar todo lo malo, los defectos, o las carencias. Pero muy pocas veces enfatizamos las cosas buenas o los logros de los demás. ¿Sera el egoísmo, la envidia, o la completa falta de respeto por el otro, lo que hace que las personas actúen de esta forma? En mi opinión es la desvalorización que sufre a sociedad, la falta de sensibilidad y de sinceridad, todo se está volviendo de a poco una absurda competencia, todos preocupados por si mismos, por llegar cada uno a su meta, mas rápido y mejor que los demás, superándose constantemente, pero en soledad. Y nadie le presta atención a las pequeñas victorias de los otros, porque simplemente no son de ellos mismos.

Reconocer lo que hace alguien, además de ser una forma de expresar la gratitud o la felicidad compartida, es un estímulo para la otra persona, ya que lo incentiva a seguir obteniendo logros, a seguir haciendo las cosas bien. Es importante para sentirse realizado y contento consigo mismo.

Todas las personas somos una combinación de potencialidades y debilidades. Pero imaginen por un momento que nuestra sociedad fuese una industria y estuviera dividida en dos, en una parte los jefes marcarían todas las potencialidades de sus empleados, mientras que en la otra mitad de la planta, se marcarían todas las debilidades. Si Les pregunto qué parte produciría más rápido y con mayor calidad el producto, contestarán, la primera mitad, la de las potencialidades.

Pero hay que tener cuidado al analizar, ya que esos empelados podrían convertirse en personas muy egocéntricas y demasiado confiadas, al punto de no aceptar nunca un error. Mientras que en la mitad de las debilidades, el ánimo sería distinto, de desgano y de baja autoestima tiempo completo. Lo que quiero decir con esto es que Siempre los extremos son malos, pero no podemos dejar de reconocer las buenas acciones de nuestros pares, solo porque nosotros no actuamos igual, o no obtuvimos lo mismo.

Pensemos antes de hablar, entendamos que es posible destacar debilidades o potencialidades, marquemos las que nos harán crecer tanto a nosotros como a los demás.