No se encontraron resultados.La era de las tecnologías, de las telecomunicaciones, de las redes sociales, de la globalización, de la privacidad a medias, de la occidentalización de mundo.

Todos los días los avances científicos y tecnológicos nos proporcionan más herramientas para estar al tanto de lo que les ocurre a los otros, para estar más conectados. Gran paradoja, porque el individualismo es una des peores enfermedades que azota el mundo en estos días.

Podemos saber que pasa en cualquier parte del mundo a cualquier hora del día. No niego que es impresionante, que es realmente valioso y útil, pero la moneda siempre tiene dos caras y depende a cual se apueste se pierde o se gana.

Conocemos todo sobre otros lugares, sobre otras costumbres, otras tradiciones, es más adoptamos como propios muchos hábitos ajenos, sin que para nosotros representen nada en absoluto. Pero ¿conocemos nuestras tradiciones y costumbres? Estamos perdiendo nuestra identidad como sociedad, incluso como personas. Nuestros orígenes. Nos influencian usanzas y valores de otras partes del mundo, pero ¿Y los propios dónde quedan?
Volviendo a la metáfora de la moneda, creo que estamos apostando a la cara que va a perder, estamos apostando a los demás y olvidándonos de lo nuestro. La multiculturalidad es una de las mejores cosas que le pasó al mundo, pero deja de ser buena cuando hay culturas que se van perdiendo, y la nuestra es una de ellas.

Entonces me pregunto ¿Quiénes somos nosotros? ¿Será que somos el rejunte de folclores de muchas partes del mundo? Tenemos raíces diversas, es un país desde un principio formado por autóctonos y europeos en su mayoría. Es decir que la diversidad de cultura está en la sangre, pero eso no significa que debamos aplastar los orígenes por cosas nuevas, si incorporarlas, enriquecerse, crecer con ellas.