Para un medio de comunicación que nació en plena transición de lo analógico a lo digital, adaptarse a las innovaciones tecnológicas, a los nuevos escenarios y consumos culturales no ha sido un camino fácil de recorrer. Al día de hoy es un “work in progress”, es decir, se mantiene en constante evolución.

Doce años atrás, estábamos comenzando a palpitar el inicio del gran cambio en las comunicaciones, continuabamos leyendo diarios, mirando televisión y escuchando la radio. Eran, todavía, nuestros medios tradicionales para comunicarnos e informarnos. Pero internet fue el soporte que permitió el flujo de contenidos y la gran cantidad de plataformas digitales, lo que posibilitó que las audiencias consumieran ese contenido en diversos formatos y narrativas.

Estos nuevos medios y lenguajes llegaron para cambiar los hábitos de consumo y marcaron la transición a la nueva era mediática: la de las redes sociales.

La comunicación juega un rol muy importante en estos tiempos de hibridación sociocultural, sobre todo en las transformaciones de los procesos comunicacionales marcados por esta combinación y los contextos de cada proceso.

La pandemia, por ejemplo, llegó para transformar al ser humano en todos los aspectos de su vida. Un fenómeno que modificó las condiciones culturales de la mayoría de las personas, su vida cotidiana, sus relaciones interpersonales y, sobre todo, su manera de comunicarse.

Con las restricciones de movilidad, se disparó el uso de las plataformas digitales, y por ende las redes sociales. Esto generó otro importante cambio en los medios de comunicación, los cuales debimos adaptarnos y arraigarnos a la digitalización, a esta dicotomía entre lo virtual y lo real.
Decían que con la llegada de la radio desaparecería la prensa escrita, con la llegada de la televisión la radio. Lo mismo se dijo de la llegada de la era digital y la internet. ¿Realmente está ocurriendo? Yo creo que no. Cambian las culturas, cambian las personas y cambian las formas de comunicarse. Todo se transforma y se entremezcla.

Adaptarse, es la solución.

La industria mediática deberá hacerlo. Debemos hacerlo, y lo intentamos día a día. Replanteamos nuestras estrategias y los paradigmas de esta transición para encontrar puntos de encuentro y convergencia de lo digital, para lograr comunicar y hacerle llegar a quienes lo deseen, nuestro contenido.