La Cámara Argentina de la Construcción reconoció los avances recientes en política económica, como el superávit fiscal, la mayor previsibilidad macroeconómica y la flexibilización del mercado cambiario, considerándolos señales alentadoras para fomentar la inversión en infraestructura.
Pero a la vez, alertaron que el sector atraviesa uno de sus momentos más críticos y reclamó medidas urgentes y concretas para revertir la parálisis de la actividad.
El pronunciamiento tuvo lugar en la 145ª reunión del Consejo Federal de la institución, celebrada en la ciudad de Santa Fe, donde representantes de todo el país analizaron la situación actual de la industria.
Entre las principales preocupaciones, la Cámara subrayó la falta de mantenimiento de la infraestructura existente, un problema que afecta la calidad de vida de la población, encarece la logística y debilita la competitividad nacional. En ese sentido, insistieron en la necesidad de una planificación integral y sostenida que priorice la conservación de rutas, puentes, edificios públicos y sistemas esenciales.
La entidad también remarcó la importancia de impulsar mecanismos de financiamiento privado, como fideicomisos y asociaciones público-privadas, para dinamizar la inversión en construcción y mantenimiento. Además, valoró positivamente el llamado a licitaciones para concesiones viales, y pidió contar con equipos técnicos capacitados en todos los niveles del Estado para garantizar una gestión eficiente de esos proyectos.
Aunque algunas provincias han logrado sostener un cierto nivel de inversión, desde la Cámara señalaron que la recuperación es desigual y que es fundamental articular acciones entre el sector público y privado para que la construcción vuelva a ser un motor del desarrollo económico y social.
Por último, celebraron la aprobación del régimen de hipotecas divisibles y el regreso del crédito hipotecario, considerándolos pasos positivos en un país que enfrenta un grave déficit habitacional.