La causa por el
crimen de Gustavo “el Negro” Gutiérrez, ocurrido el 29 de diciembre de 2022, hace exactamente 1 año y 8 meses, continúa su curso. Ayer este medio publicaba que tanto la querella como la Fiscalía están de acuerdo en que
solicitarán prisión perpetua para ambos imputados en la causa a la hora de que llegue el juicio.
Asimismo, se destaca que
en la presentación judicial que hizo el abogado querellante Daniel Machado, en línea con lo presentado por la Fiscalía, constan una serie de mensajes que fueron recopilados tanto de los celulares de Andrea Belén Mimbrero y de Diego Pérez, los imputados, como así también de la propia víctima
que sirven como prueba para reforzar la acusación en su contra y la hipótesis de la complicidad entre ambos.
En los mismos, se puede ver como
Mimbrero cita a Gutiérrez a Genaro Roldán y Perú donde finalmente acudió su pareja (Pérez) quien le disparó y le robó el auto. Por otro lado, también se pudieron recuperar mensajes a través de la red social Facebook en los que Diego Pérez, horas después del hecho,
enviaba a diferentes contactos una captura de pantalla de una publicación de Facebook que daba cuenta de la noticia del asesinato y luego contaba que había sido él mismo quien había cometido el hecho.
La cita
Tras el análisis de la computadora de Gustavo Gutiérrez por parte de los peritos informáticos de la en ese momento AIC, hoy PDI, se desprende que esa noche, antes del hecho, tenía abiertas sesiones en varias redes sociales y apps de citas. Una de las conversaciones que mantuvo minutos antes del hecho en la red social Facebook ese 29 de diciembre de 2022 (día del hecho) comenzó a las 3:25 entre Gustavo y el perfil
“Lha Belu” (Mimbrero, la imputada).
Tras un intercambio de mensajes que comenzaron con un emoji enviado por Gutiérrez se dio una charla en la que
coordinaron para verse y la imputada dio como dirección para concretar el encuentro la de Genaro Roldán y Perú, ya que “se había quedado cerca” y también le preguntó en qué vehículo se movía, algo que el camarógrafo le detalló.
Fragmento de la conversación entre Gustavo y Mimbrero
La víctima concurrió a ese lugar en su automóvil Volkswagen Gol color gris y le avisó que ya se encontraba en el lugar acordado. Siendo las 04:26 horas la mujer le envía un mensaje de voz que decía
“bueno gordito aguantame que se me despertó la pibita la estoy haciendo dormir ya aguanta 5”. También se puede observar en esta conversación que la imputada retrasaba el momento del encuentro poniendo diferentes excusas a lo largo de la charla.
Sin embargo, al lugar no acudió Mimbrero, sino su pareja, Diego Pérez (el otro imputado) quien
abordó a Gustavo Gutierrez en principio con intenciones de robarle su automóvil y sus pertenencias. El hombre estaba armado y le habría efectuado dos disparos con un arma de fuego calibre 22 largo, que por el momento no fue hallada.
Según consta en las actas del procedimiento policial y de entrevistas a testigos, una vez que le dispararon,
Gustavo caminó malherido por calle Genaro Roldán hacia el oeste y luego tomó calle Perú al sur. En el trayecto iba pidiendo auxilio, gritando de dolor y pedía que llamaran a una ambulancia. También golpeó las puertas de algunos domicilios. Varios vecinos alcanzaron a escuchar disparos, el auto que salió “arando” y los gritos, por lo que varios llamaron al 911.
Asimismo, un trabajador del Nuevo Central Argentino (NCA) que se encontraba por bajar las barreras del tren en Bv. Oroño y las vías, declaró que vio “a un hombre que caminaba como perdido,
se sentó un rato en el cordón en Malvinas y Oroño y se levantó e intentó parar a los vehículos, como que quería tirarse encima. Pensé que estaba borracho. Luego vi que llegaba el móvil policial que custodiaba al tren y el hombre los paró”.
Así, los agentes policiales que realizaban el servicio adicional de custodia de la formación que estaba por llegar, contaron que cuando se acercó les gritó
“Me dispararon, no doy más, me dispararon” y que al consultarle sobre lo sucedido y su nombre sólo alcanzó a decir
“Gutiérrez”, luego
no respondió más y se desvaneció. Finalmente, una ambulancia acudió al lugar ante el reiterado llamado de los policías y su personal constató el fallecimiento del camarógrafo.
Cabe destacar que otra testigo declaró que escuchó gritos y corridas minutos antes de la hora en la que se habría cometido el hecho y
luego vio a la imputada sentada en el frente de su casa, cuando se acercó al lugar un auto a toda velocidad que tendría las mismas características que el de Gustavo, el cual, según sus dichos, frenó por unos instantes y continuó su marcha.
Finalmente, el rodado fue hallado en llamas en un camino rural de Pueblo Andino, a 1,5 kilómetros del arco de ingreso al pueblo, a un lado de un campo. Los peritos concluyeron que el fuego se habría desatado de manera intencional.
Más chats posteriores
También se conocieron en la misma presentación
una serie de conversaciones que tuvo Diego Pérez con otros contactos a lo largo de la jornada, luego del hecho, en las que de una manera u otra,
confesaba haber sido él quien había cometido el crimen.
“Vos todo bien diego”, le preguntó uno de sus contactos, y Pérez le contestó:
“Ahi maso amigo ahi te paso una cap ese fui yo estaba re empastillado no era para ponerlo pero bueno viste como es amigo”. Debajo se observa la imagen de una noticia publicada en Facebook que reza “ÚLTIMO MOMENTO. Apareció el cuerpo sin vida de un hombre asesinado en zona noroeste de San Lorenzo. Un hombre de alrededor 45 años, ligado a los medios de comunicación de la ciudad, fue encontrado esta mañana de jueves en la zona de Perú al 900 con un balazo en la cabeza…”.
Según entiende la querella, “claramente está informandole a su amigo “JUANCE” que el responsable de la muerte de esa persona que aparece en la noticia es él, justificándose de que no era para “ponerlo” (término utilizado en la jerga como diminutivo de ponerlo de cabeza, es decir Matarlo) pero lo hizo porque estaba empastillado, y culmina pidiéndole que borre los mensajes con el fin de ocultar su conducta.” Ya el 30 de diciembre a las 3 AM le pidió a su amigo Juanse que al verse acorralado por la “yuta” (policía) que cuide a su madre.
También se expuso un fragmento de una conversación de Messenger entre Diego Perez y un contacto agendado con el perfil KEVIN en fecha 29 de diciembre a las 07:02 pm.
"Le sacaste algo almenos" (sic) le pregunta el contacto a lo que Pérez responde: "Sisi pero la onda era que no avia que ponerlo". Nuevamente el imputado -entiende la querella- está contándole a un amigo, en esta oportunidad a “Kevin” que es el responsable de la muerte de una persona justificándose de que no había que “ponerlo” mientras Kevin le aconseja que se vaya a Buenos Aires antes de que se enteren y le pide que borre los mensajes.
A su vez, en un chat con una mujer en cuyo perfil tiene el nombre de Alejandra,
Pérez le pide perdón por haber sido responsable de la muerte de la persona que aparece en la noticia con la que inician el chat, justificándose y prometiendo no tomar más pastillas, al tiempo que le cuenta que se siente mal y perseguido por la policía.
En otro chat está dialogando con un amigo de nombre Ángel a quien
le confiesa haber matado a “uno” y le pide que proteja a su familia porque cree que la “yuta” (policía) lo va a capturar y está por entregarse a la justicia.
“Compadre cuida a mi vieja sabes me esta rodeando la yuta amigo”, escribió el imputado a las 2:51 de la madrugada del 30 de diciembre.
Por último, en otra de las conversaciones le pregunta a otra persona si había visto “las noticias de acá del fiambre que uvo” a lo que la interlocutora le repregunta “cuál fue”. “A noche
ahora me andan buscando deja no pego nii una pensé que no lo avia puesto”, le contesta Pérez. La otra persona le preguntó si andaba robando, y el imputado le responde
“Naa porque le sacamos el auto y se retobo el jil le di dos en la nuca”.
Pedido de perpetua
La causa judicial continúa. Según explicó el abogado Daniel Machado, querellante en representación del hijo de Gustavo a través de la madre del mismo y ex pareja de “el Negro”, aún resta que se ponga una fecha para la audiencia preliminar (previa al juicio) donde el juez evalúe las pruebas y decida si la investigación se encuentra en condiciones de pasar a un juicio oral.
En caso de que pase a esta instancia, tanto la Fiscalía como la parte querellante estuvieron de acuerdo en solicitar la pena de prisión perpetua para ambos imputados. Para el caso de Pérez, el letrado considera que el delito en el que se encuadra su accionar es el de “Homicidio criminis causa agravado por el uso de arma de fuego en concurso real con portación de arma de fuego de uso civil sin la debida autorización legal y daño”.
Por su parte, para Mimbrero, entiende que se encuadraría en el delito de “homicidio criminis causa agravado por el uso de arma de fuego en carácter de partícipe necesario”, ya que al citarlo a dicha esquina, la imputada “conocía la posibilidad cierta de que el Sr. Pérez disparara dicha arma de fuego contra la víctima provocándole la muerte”.