La victoria de River sobre el Urawa Red Diamond por la primera fecha del Mundial de Clubes por 3 a 1 dejó una alarmante cifra para la organización del torneo: el encuentro tuvo una asistencia de apenas 11 mil espectadores.
Cerca de 6000 personas ocuparon la parcialidad millonaria y otros 5000 japoneses llegaron al Lumen Field de Seattle, una de las sedes más lejanas del torneo y en donde River hizo su debut y jugará frente al Inter por la última fecha.
El horario, las 11 de la mañana de un martes, no ayudó para nada a que la concurrencia “parcial” sea importante o logre acercar la cifra de asistentes a la mitad del aforo de 68 mil espectadores que ofrece la casa de los Seattle Seahawks de la NFL, el torneo de fútbol americano.
Las sedes de Miami y Pasadena solamente tuvieron un estadio casi lleno durante los partidos de Boca y Benfica y PSG con Atlético de Madrid. Claramente son regiones más “futboleras” y con mayor influencia latina que impulsaron la llegada de personas ajenas a los equipos que disputaban el encuentro.
El de River viene siendo, hasta el momento, el partido con menor asistencia de público del torneo, apenas superado por el encuentro entre Chelsea y Los Ángeles FC, con 22 mil espectadores.
Las distancias y el atractivo turístico de algunas ciudades poco acompañan el espectáculo deportivo que se brinda en las tribunas, y en vistas al Mundial del año próximo y con los antecedentes de las últimas Copas Américas disputadas en estadios casi vacíos, el color de las hinchadas y el público parece encaminarse a ser otra vez una cuestión de menor relevancia.