No se encontraron resultados.Cuando el compromiso se convierte en hecho no hay vuelta atrás. Comprometerse con algo o con alguien conlleva indefectiblemente a CUMPLIR. Y como todos sabemos, hay muchísimas formas de comprometerse: con papeles, con firmas, con acciones o palabras, esta última es de mi mayor interés.
Durante nuestra vida el compromiso con el otro es constante. ¿Pero en algún momento tenemos en cuenta que implica y genera en el otro? Creo que no. El compromiso es una obligación contraída, una promesa, se trata de dar nuestra palabra y que no queden dudas de que será cumplido el objetivo. Junto con la pérdida de valores humanos, las personas hemos perdido el respeto y la importancia que tiene la “dar la palabra”; DECIR dejó de ser la ante sala del HACER. Y dar la palabra nos es lo mismo que asumir un compromiso.“Te prometo”, “me comprometo”, “tiene mi palabra” frases ya gastadas hoy en día.
Cuando prometemos generamos expectativas y ansias en los demás, de alguna manera le debemos algo a quien prometimos, no en vano el dicho popular “lo prometido es deuda”. Cuando por algún motivo no cumplimos echamos por el suelo todas esa ilusiones, las perspectivas dibujadas se borran automáticamente, obteniendo como resultado la pérdida total de confianza, que es la base de cualquier relación humana de la índole que sea. Hacer que los demás confíen en uno es un camino largo de transitar que requiere trabajo y constancia, y es imposible de caminar si no poseemos la habilidad de comprometernos con lo que decimos.
Para poder comprometernos necesitamos conocer cuál es la situación, luego planificar y reaccionar para conseguir lo prometido. Al dar nuestra palabra debemos ser realistas, comprometernos con cosas que podamos cumplir, ser claros y concretos, ser completamente sinceros es la clave. Además ser precavidos, cada uno conoce sus aptitudes y hasta dónde puede llegar. Nunca debemos comprometernos con algo por el simple hecho de pertenecer o sentirnos parte de algo, ni hacerlo presionados, ante situaciones como estas tenemos una salida, decir “No”. Así seremos completamente sinceros con nosotros y con lo demás. Siempre debemos recordar que cuando Damos nuestra Palabra firmamos un contrato con la otra persona que nunca se termina a menos que cumplamos con nuestro compromiso.
"Según los Guaraníes, ´palabra´ y ´alma´ se dice de la misma manera. "Ñe´ê" significa palabra y también alma. Si te doy mi palabra, te doy mi alma. Esta es mi palabra, este soy yo" Eduardo Galeano
Agustina Sola