Los 100 policías que habían llegado a San Lorenzo para combatir la creciente inseguridad que floreció con hechos delictivos de distinto vigor y que disparó el reclamo del intendente y los concejales oficialistas sobre la autopista Rosario - Santa Fe se fueron de la ciudad, según denunció el mismo Leonardo Raimundo este martes por la mañana en conferencia de prensa.

Algo esperable como sorprendente fue el hecho de que desde esta semana, la ciudad cuenta con una centena de policías menos, los mismos que llegaron de manera inmediata tras el ya mencionado reclamo producto del salvaje intento de robo a una mujer en la zona noreste de la ciudad a principios de agosto.

El intendente, hoy, señaló el “imcumplimiento de la palabra” del ministro de Gestión Pública Marcos Corach, quien fue el funcionario que se acercó a firmar el compromiso público con el gobierno municipal para la llegada de estos policías que hoy ya no están, y retornaron a las distintas dependencias de las cuales habían sido transferidos a San Lorenzo.

“Se llevaron todo, acá no hay más policías, en estos últimos días no hay controles en rotondas ni patrullaje nocturno, por lo que hay un incumplimiento de esta acta firmada. Vamos a hacer los reclamos pero queríamos decirle a la población que el gobierno provincial cumplió y dejó de cumplir”, dijo el intendente en conferencia de prensa.

Raimundo aseguró que el gobernador electo Maximiliano Pullaro le dijo que haga pública la situación y que “hagamos el reclamo pertinente”, en el marco de la transición que empieza a conversarse entre gabinetes salientes y entrantes a la Casa Gris.

“La policía es del gobierno provincial, y había un compromiso que se cumplió, que hizo mejorar los índices de seguridad, pero no se ve más”, sentenció el intendente.

A pocos días de ya confirmada su victoria electoral y renovación del mandato por cuatro años más, el intendente afrontará nuevamente una disputa con el gobierno provincial por la seguridad de la ciudad de San Lorenzo, en un nuevo tire y afloje mientras en el medio se ve una región consternada por la creciente velocidad y acentuación del delito. Diariamente se vislumbra en cada rincón del cordón industrial la dificultad o pasividad de la policía en afrontar el delito en una región que, en este aspecto, borra los límites entre municipios cuando de inseguridad se trata.