El hecho ocurrió en un kiosco de San Lorenzo, ubicado en Sargento Cabral y Ricchieri. Una persona vestida con ropa de trabajo ingresó al local donde se encontraba el dueño y una empleada.
El hombre tenía un arma y forcejeó con el dueño hasta que éste logró quitarle la pistola.
A pesar de que el delincuente escapó sin robar nada, intentó disparar el arma, que afortunadamente se trabó evitando una tragedia. Por tal motivo, el ladrón decidió golpear al dueño del negocio que rápidamente fue asistido y derivado al Hospital Granaderos a Caballos.