Se trata de Franco De Luca, sanlorencino que reside en Búzios, Brasil, desde hace algunos años. El sábado consiguió la entrada para ver el partido de la final de la Copa América entre Argentina y Brasil. "La verdad que una alegría muy difícil de Igualar!! Vamos Argentinaaaaaaaaaaa!!!", expresó en sus redes sociales.

El sanlorencino, que reside en Brasil, cumplió con los protocolos requeridos por la AFA y el mismo día del partido retiró su credencial para estar presente en tan importante final. "Fue bastante largo el proceso para conseguir la entrada pero pudimos lograrlo", detalló Franco en diálogo con 11 Noticias.

"Me entere el viernes que podíamos llegar a conseguir entradas, un amigo me dijo que quería ir y me dice de casualidad que me anote. Me largue a llorar de la impotencia porque no podía ir porque tenia que trabajar, pero fui igual", contó.

"Llegamos y no conseguíamos entradas, estuvimos aguantando. Empezó el partido y la gente empezó a irse, hasta que apareció un hombre con una lista donde estaba mi nombre y nos hizo pasar. Pudimos entrar ya casi terminado el primer tiempo".

La final de la Copa América tuvo a 2.200 argentinos residentes en Brasil en el estadio Maracaná. La prefectura de Río de Janeiro aprobó el pedido de Conmebol y los hinchas retiraron las credenciales habilitantes en el consulado argentino el sábado por la mañana

Cada persona que asistía al consulado, debía llevar impreso su PCR negativo para poder retirar una entrada. Franco contó que el día anterior al partido se enteró que iba a tener su credencial para ingresar al partido.

Empleados del Consulado, integrantes del equipo de coordinación de la Conmebol y personal médico se encontraban el sábado, desde temprano, en el centro de acreditaciones, sin embargo recién a las 10.30 se abrieron las puertas y comenzaron con la atención. El acceso fue lento, de tres en tres, y entonces la espera se hizo larga. Por momentos hubo tensión. De hecho un empleado de la Conmebol se vio obligado a asomarse para intentar calmar las aguas: "Vamos a atender a todos, les pedimos paciencia", dijo de cara al fervoroso grupo de hinchas que se agolpaban en la Puerta 7 sin respetar los dos metros de distanciamiento y en muchos casos sin portar el barbijo que, según la normativa dispuesta por el Ayuntamiento de Río de Janeiro para este partido, es obligatorio para ingresar al estadio.

Finalmente Franco estuvo entre los 2.200 argentinos, que ocuparon el sector sur del estadio del Maracaná, donde Argentina le ganó por 1 a 0 a Brasil y se quedó con la Copa América.