viernes, 09 mayo 2025 | San Lorenzo
La historia de Ramón, el jubilado que decidió colaborar voluntariamente con los arreglos en una escuela de San Lorenzo
“Cuando uno se jubila, se queda en la casa y hasta la cabeza se estanca”, aseguró el hombre que tiene más de setenta años y hace por lo menos 10 años que colabora con pequeños arreglos cotidianos en la Escuela “Roque Nosetto” 1332 de San Lorenzo. “Todo lo hace sin cobrar un peso”, señalaron desde la institución, al tiempo que aseguraron que cuando es necesario le contratan un seguro.
Ramón tiene más de 70 años, es un mecánico jubilado, y tomó una decisión poco común para alguien que ya no está en edad laboral: se ofreció para arreglar canillas, cambiar lamparitas o barrer la vereda de forma voluntaria Escuela N.º 1332 “Roque Nosetto” de San Lorenzo. “No cobra un peso”, señalaron. Lo hace por elección y amor a la escuela que, aunque no lo vio estudiar, sí recibió a sus nietos y ahora lo tiene como un actor importante de la comunidad educativa.
“Un día se jubiló y para no quedarse en su casa, se animó a tocar el timbre de la escuela y preguntar si necesitaban una mano”, contó el artista Emilio Ferrero, quien días atrás estuvo pintando un mural en la institución y conoció a Ramón en plena tarea. La historia lo conmovió tanto que la compartió en sus redes sociales, junto con una foto del hombre llevando su escalera. El pajarito que le dibujó en el mural lleva una llave, símbolo de todo lo que repara Ramón, contó el artista.
La directora Mónica Franzoni explicó a 11Noticias que Ramón vive a la vuelta de la escuela y que su colaboración viene desde hace varios años. “Hace siete años y medio que estoy en la institución, pero él ya venía desde antes. Habló con los directivos anteriores para ofrecerse como voluntario. No hace trabajos grandes porque es una persona mayor, pero nos ayuda muchísimo con cosas puntuales, y siempre de corazón”, señaló.
Para cuidar su bienestar, desde la institución le pagan un seguro cuando realiza tareas de mayor riesgo. “A veces quiere soldar algo y le pagamos un seguro por un día y otras veces le decimos que no, porque tiene mucho riesgo”, aclaró la directora.
Además de colaborar en la escuela, Ramón también es voluntario en Cáritas de la capilla San Francisco de Asís, que funciona a metros de la Escuela. Allí ayuda con la entrega de ropa y alimentos. En la escuela participa de actos, bingos y otras actividades comunitarias. Incluso lo invitan especialmente a eventos institucionales, como el Día del Maestro o las visitas oficiales.
“La escuela lo recibió. Él la recibió”, escribió Ferrero en su publicación y agregó: “hay días que uno cree que la escuela termina cuando terminas séptimo grado… Hay días que viene un Ramón y te recuerda que la escuela es un ida y vuelta”. “No importa para nada la edad. La escuela es la más hermosa revolución que dura para siempre”, cerró.
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