No se encontraron resultados.Entre la jornada de los días miércoles y jueves, la Dirección de Inspección General del municipio remitió al corralón doce motos y siete autos en sendos operativos llevados a cabo en las intersecciones de Dorrego y San Luís y Bolivia y Silverio Córdoba.

Según explicó Roque Alonso, titular del área, la mayoría de las remisiones se debieron a falta de documentación y más específicamente, de licencia de conducir y transferencia.

“Mucha gente sale, creemos que por razones económicas, sin renovar su licencia, abonar su seguro o realizar la transferencia. Esas son las causales más graves por las cuales se remiten sus vehículos”, manifestó el funcionario.

Alonso expresó además que, si bien la política de controles municipal ha arrojado importantes avances en el cumplimiento de las normas por parte de la ciudadanía, las mayores complicaciones se siguen registrando en la circulación de motocicletas.

De todos modos, aclaró, la mayor parte de los ciclomotores que presenta irregularidades son provenientes de otras localidades de la región donde la asiduidad de los operativos es menor que en San Lorenzo.

En este sentido, el Director señaló que, paradójicamente, estas medidas de control despiertan un amplio apoyo ciudadano así como también, en algunos casos cada vez más frecuentes, la ira de los infractores.

“La gente ha cambiado muchísimo, apoya esta política, y los inspectores están contentos. Pero nos comentan que la mayoría de los contraventores está más rebelde e insulta más. Hay una situación económica, pero también un reclamo de controles sólo hasta que llegan a uno”

Por otra parte, Alonso remarcó que a partir de este año, el foco de los controles se ha puesto en los transportes de personal a fábrica y las irregularidades detectadas han sido numerosas. De hecho, en un operativo realizado hace dos semanas, catorce transportes fueron enviados al corralón municipal.

Se han registrado falta de habilitaciones, de documentación y elementos de seguridad; gente parada en cajas de chatas y un sinfín de anomalías que ponen en peligro la seguridad de los trabajadores transportados.

“Estamos trabajando fuertemente y apostamos a la prevención porque al Estado le sale más barato prevenir que curar y fundamentalmente porque tenemos la obligación de cuidar la vida de la gente”, dijo finalmente el Director de Inspección General.