
No se encontraron resultados.La anorexia en la 1ª infancia:
La anorexia nerviosa de la primera infancia (entre el primero y segundo año de vida) “tiene correlación” con la anorexia nerviosa del/ la adolescente. Es notable para el pediatra la constatación frecuente de este síntoma con trastornos neuróticos y reaccional al medio familiar. La característica de esta anorexia nerviosa es el comportamiento conflictivo del niño con la madre.
La agresividad es mutua y se renueva diariamente durante “ años” y no sería extraño o es frecuente que esta reacción / relación se extienda al resto de la familia. No es la anorexia en si misma sino la situación mental que ello implica. El pediatra debe trabajar con el psicólogo y/o psiquiatra dado que este un tema tan delicado.
Datos clínicos : la anorexia más conocida es la que aparece entre el primero y segundo año de vida.” Es un rechazo al alimento y no un trastorno del metabolismo digestivo. Habitualmente el niño goza de un un buen estado de salud. Es notable el contraste entre la inquietud de la mamá quien se queja de que su niño “no come nada” y el buen estado de salud del mismo que ella no admite.
Se trata tan solo de un comportamiento en presencia del alimento.; ya sea un rechazo casi total, al menos para ciertas comidas o un rechazo de “los alimentos sólidos” como carnes o legumbres, pero el niño toma la leche. Cuando los obligan a comer por la fuerza estos niños vomitan, como un mecanismo de defensa, indudablemente el clima familiar es un caos.
El comienzo de la anorexia corresponde muchas veces a un episodio de anginas o faringitis o una colitis. Otras veces es la oposición a la introducción en su régimen de alimentos nuevos o de consistencia diferente. La mama demasiado inquieta obliga al niño a comer. Se establece una lucha “madre _ hijo” con el rechazo de este último. Se produce entonces una defensa agresiva del niño.
¿Por qué la mama tiene una conducta tan rígida? ”Por qué generalmente sufre previamente verdaderos dramas familiares o conyugales o problemas nerviosos de diversas índoles. Este niño puede tener más adelante trastornos escolares, “tremendos” celos de su hermanito no resueltos.
La otra forma de anorexia es la de la primera infancia. Es aquella que tiene sus comienzos en las primeras semanas de vida. En esta época de la vida los problemas dietéticos y de infecciones latentes figuran en primer plano. Puede ser un niño prematuro o nacido con bajo peso. Cuyo comienzo es difícil. Luego este estado se equilibra favorablemente. También una madre obsesiva en el cuidado del chico lo ahoga, lo frustra en su normal desenvolvimiento con relación a los lazos sociales con otros chicos. Entonces el niño no se alimenta .cuidado, después sobrevienen los trastornos del sueño, terrores nocturnos, ansiedad y no “ soporta que su madre se separe de su lado” estos trastornos se mantienen aun en los primeros años escolares. El pediatra mas los psicopedagogos y/o psiquiatra, en general con la psicología alcanza, pueden revertir esta situación mas una sólida ayuda familiar.
Anorexia mental juvenil precoz:
La adolescente deja de comer, adelgaza, hay pérdida de peso, se vuelve nerviosa, se aísla, no desea ver a sus amigas, duerme mal. Realmente se hace fóbica alimentaria. Ve el alimento y se angustia sobremanera. Se torna constipada. Este es el cuadro clásico de la anorexia juvenil.
En niñas mayores en algunos casos hay amenorreas, entonces el cuadro es grave. Es un problema mental. Hay en general una causa de origen escolar como desencadenante ( agotamiento escolar, temor a los exámenes aunque en el fondo existe una excesiva dependencia materna, un rechazo “ angelical” de todo lo que es material y prosaico es decir los alimentos. El pronóstico es reservado ya que se trata de un problema mental. A veces mejoran transitoriamente, las recaídas son frecuentes dado que la puede llevar a una severa neurosis.
El enfoque sicoterapéutico y/o siquiátrico es necesario aunque complicado porque la niña anoréxica es muy “replegada” en sí misma. El tratamiento lo que persigue es tornarla más segura de sí misma. Hay que darles mucha seguridad. Para ello la familia tiene que hacer un frente común la relación armoniosa. En las familias mal estructuradas esta situación se torna lamentable y triste.
Los modelos que muestran los medios de comunicación masiva, la tv, de señoritas perfectas, pasarelas y demás, son tremendamente dañinos.
Al adolescente no hay que pintarle un mundo sofisticado y glamoroso porque por otra parte no es así. Hay que enseñarles que la felicidad pasa por la perpetuidad de la especie humana y esto se logra solo a partir de la familia.
Nos estamos aproximando peligrosamente a las costumbre de países del “primer mundo” donde hay separaciones tempranas
de matrimonios o de parejas que luego se reagrupan en “otra pareja” los hijos pierden identidad familiar y “ tener dos padres o dos madres etc. lleva a una resquebramiento social que lleva a grandes equívocos emocionales.
El ser humano debe estar maduro para tomar grandes decisiones de vida y no lesionar intereses intelecto emocionales familiares y/o de otros lazos.
Muchas Gracias, Dr. Lalo. Lelli