
El debate sobre la posible salida de Argentina de la Organización Mundial de la Salud (OMS) generó una fuerte reacción en la comunidad científica y sanitaria. Según el Dr. Oscar Atienza, médico y docente universitario, esta decisión podría representar "la mayor catástrofe sanitaria del país".
Atienza advierte que la desvinculación de estos organismos internacionales traería consigo una serie de consecuencias negativas que afectarían directamente el acceso a recursos científicos, tecnológicos y económicos, fundamentales para la salud pública, especialmente en los sectores más vulnerables. "La salida tendrá como consecuencias directas el acceso a recursos científicos, tecnológicos, económicos, que son necesarios sobre todo para los sectores más vulnerables de la sociedad", indicó.
Uno de los principales efectos sería la restricción del acceso al Fondo Rotatorio y Estratégico, el cual permite la compra de insumos médicos, vacunas y tratamientos a costos más bajos. Sin este mecanismo, Argentina debería negociar de manera individual con laboratorios, lo que encarecería y dificultaría el abastecimiento de medicamentos esenciales.
Además, se suspendería el apoyo a programas de formación de profesionales de la salud, afectando la capacitación de recursos humanos en áreas críticas como salud mental, atención materno-infantil y enfermedades crónicas.
La pérdida de cooperación técnica con la OMS limitaría la capacidad del país para responder de manera rápida y coordinada ante emergencias sanitarias, como lo fueron la pandemia de COVID-19 o brotes de dengue y otras enfermedades infecciosas.
En el ámbito científico, los profesionales de la salud argentinos quedarían aislados de la comunidad médica internacional, restringiendo su acceso a información actualizada y estándares globales en diagnóstico y tratamiento de enfermedades.
El impacto en programas de salud pública
Entre las consecuencias más preocupantes, Atienza menciona que la salida de Argentina de estos organismos provocaría la desaparición de programas clave en salud materno-infantil, vacunación, prevención de enfermedades transmisibles y no transmisibles, y atención a enfermedades raras.
Asimismo, organismos como el Instituto Malbrán y el INCUCAI podrían perder su reconocimiento internacional, afectando su capacidad de investigación y cooperación con otras instituciones del mundo.
En caso de desastres naturales o crisis sanitarias, el país no contaría con el asesoramiento técnico de la OMS, lo que debilitaría su capacidad de respuesta ante emergencias de salud pública.
Otro punto crítico señalado por el Dr. Atienza es la pérdida del acceso prioritario a información en tiempo real sobre nuevas epidemias y pandemias, lo que reduciría la capacidad del país para anticiparse y adoptar medidas preventivas.