No se encontraron resultados.Todo rosarino que ha paseado por la Peatonal Córdoba y San Martín sabe que los vendedores ambulantes abundan en estas zonas; algunos interrumpen el paso de los peatones y hacen que estos se enfaden; otros simplemente intentan de la mejor manera recaudar dinero para poder subsistir. La Guardia Urbana Municipal obliga a retirarse del lugar a muchos de estos vendedores, pero sólo a quienes no están cumpliendo los requisitos necesarios para instalarse en el lugar.

En el año 2004 se sancionó la ordenanza n°7.703, la que establece los requisitos y condiciones que deben cumplirse para poder comercializar en la vía pública. Lo más importante es obtener un permiso por parte de la Dirección General de Habilitación de Industrias de la Municipalidad de Rosario. Este documento será entregado al comerciante si cumple con los siguientes puntos:

- Domiciliarse en la ciudad de Rosario hace no menos de 2 años.
- No contar con otro medio de subsistencia.
- Cumplir con las exigencias establecidas en la ordenanza: no entorpecer el tránsito de peatones, no molestar al propietario del local frente al cual se instale, ubicarse a más de 30 metros de un negocio del mismo ramo, no instalarse en sitios destinado al ascenso y descenso de vehículos, no realizar propagandas de carácter comercial.

Los rubros permitidos de los vendedores en la vía pública con paradas determinadas y móviles son; de alimentos a base azucarada y cárnica, artículos de bijouterie y textiles, la venta de flores, lustre de calzados. Por parte del comercio ambulante se permitirá ejercer la venta de alimentos a base de harina, juguetes, helados, jugos y gaseosas, floristas, y lustradores de calzado.

EN INFRACCIÓN

Una gran mayoría de los vendedores que se encuentran en las peatonales Córdoba y San Martín están en infracción, ya que al no tener los permisos necesarios para comerciar están violando el Código de Faltas de la provincia de Santa Fe, específicamente el artículo 61. El mismo dice: “El que desarrollare actividad de negocios o de otra índole, sin licencia o autorización previa de la autoridad cuando ella es requerida, será reprimido con arresto hasta quince días o multa y la clausura del local por un término de hasta treinta días”.

Usualmente no se procede al arresto, sólo se los echa a los vendedores del lugar por parte del personal de la Guardia Urbana Municipal que se encuentra la mayor parte del día controlando a quienes se acerquen a vender ilegalmente a la peatonal y que también se ocupa de monitorear disturbios o conflictos callejeros.

Muchas veces se han presentado grandes manifestaciones por parte de los vendedores ambulantes frente a la sede de la Guardia Urbana Municipal, como lo fue el 20 de marzo de 2010, que se manifestaron para negociar algo innegociable que viola el Código de Faltas de la Provincia. Incluso el director de la GUM, Mariano Savia, en varias ocasiones a diferentes medios como La capital y la Agencia Federal de Noticias Regionales, ha manifestado que si es necesario se proceda con las fuerzas policiales a retirar a aquellos vendedores que no cumplen con la ley.

CON PERMISO Y EN REGLA

Quienes no son retirados de sus lugares son aquellos vendedores que hicieron lo correcto para poder comercializar, floristas, lustradores de zapatos, carritos de pororó y algún que otro vendedor de juguetes.

Todos estos vendedores pidieron el permiso en la Dirección General de Habilitación de Industrias de la Municipalidad de Rosario, explicaron su situación económica y cumplieron con todos los requisitos necesarios, por ello hoy tienen su documento, lo que impide que los guardias puedan decirles nada.

Una señora que se encontraba vendiendo juguetes junto a su hijo comentó los motivos por los cuales se encuentra trabajando en el lugar: “Yo tengo un chico discapacitado y no me alcanza la plata para mantenerlo, estoy acá por necesidad”. Además comentó que la Guardia Urbana Municipal no los echa del lugar porque tienen los permisos necesarios para comercializar y que los mismos fueron pedidos en la municipalidad de Rosario sin ningún costo.

Con permisos, la documentación necesaria y el respeto por los peatones y comerciantes se puede ver que los vendedores ambulantes pueden realizar su labor para poder recaudar dinero y así poder mantener a sus familias. Ellos son un ejemplo de lo que deberían hacer todos aquellos vendedores en infracción, simplemente cumplir con las reglas y requisitos necesarios para encontrar la tranquilidad de los peatones, de la Guardia Urbana y de ellos mismos.