Un proyecto ingresado este lunes en el Concejo Municipal de la ciudad de Rosario propone la aplicación de cabinas blindadas en las unidades del transporte público de pasajeros, con el fin que los colectiveros puedan ponerse a resguardo ante hechos delictivos o balaceras como las ocurridas anteriormente.

La concejala socialista Verónica Irizar impulsó este proyecto, el cual prevé la modificación del habitáculo en donde el chofer conduce el colectivo por uno resistente a las balas.

Según la presentación de la edila, se trata de elementos que fueron implementados en otras partes y que funcionaron “con buenos resultados”.

Tres años atrás, en el Gran Buenos Aires se había evaluado la posibilidad de que, ante los reiterados asaltos en dos líneas de colectivos, se realice la aplicación de estas cabinas “antivandálicas”.

Luego de los gravísimos hechos que se cobraron la vida de un colectivero de la línea K, y ante los reiterados ataques que ocurrieron en otras líneas de colectivos como amenazas y mensajes mafiosos, el proyecto para resguardar a los trabajadores con este tipo de artefacto será evaluado en el órgano legislativo municipal rosarino.