El gobernador
Maximiliano Pullaro recibió este viernes por la tarde
80 móviles policiales y tres minibuses que forman parte de una contribución que realizó su par de la provincia de Buenos Aires,
Axel Kicillof, para sumar unidades al combate contra la violencia vinculada al narcotráfico en la ciudad de Rosario.
La recepción de los vehículos se realizó en la avenida Belgrano de Rosario, frente al ingreso al Anfiteatro.
“Es la primera vez que una provincia colabora con recursos materiales con otra y entendiendo la complejidad y la difícil situación que está atravesando una provincia vecina”, destacó el gobernador.
“Hace años señalamos que el narcotráfico es un problema en Santa Fe. Y nos duele en lo más profundo del alma, porque vemos cómo se pierden muchas vidas, y en el caso de la última semana, vidas inocentes, vidas de trabajadores. Fueron actos narcoterroristas para quebrar una decisión de los gobiernos constitucionales de la Provincia de Santa Fe y de la República Argentina.
Ese dolor hizo que los gobernadores nos unamos en esta lucha y que, en este caso, la provincia de Buenos Aires entienda y sienta también la necesidad de ayudarnos”, agregó.
Estuvieron presentes el gobernador Maximiliano Pullaro; la vicegobernadora Gisela Scaglia; el ministro de Seguridad de la provincia de Buenos Aires, Javier Alonso y su par santafesino, Pablo Cococcioni; el secretario de Seguridad de la Nación, Vicente Ventura Barreiro; el ministro de Gobierno, Fabián Bastia; el intendente rosarino Pablo Javkin y el jefe de la Unidad Regional II de Policía, Daniel Acosta.
Compromiso Nacional
A su turno, el secretario nacional Ventura Barreiro, agradeció al gobierno de la provincia de Buenos Aires “por el profundo compromiso que están demostrando a través de este gesto invalorable, de permitirnos contar con los medios necesarios para poder realizar la tarea que nos encomendó la sociedad, acá en la ciudad de Rosario”.
Y agregó: “Nación está poniendo todos los esfuerzos, conjuntamente con el gobernador y los efectivos de la provincia de Santa Fe, para terminar con este flagelo, particularmente en Rosario. Es una tarea difícil, es un trabajo lento, pero nosotros no vamos a claudicar. Nos vamos a ir de la ciudad de Rosario recién después de que se hayan terminado estas bandas narcoterroristas”, aseguró.
Por su parte, el ministro de Seguridad bonaerense, Alonso, explicó que la decisión se tomó porque “nos parece muy importante contribuir a limitar este tipo de acciones y segundo también es en defensa propia, porque tal vez, lo que pasó estos días en Rosario, es el epicentro de un fenómeno que afecta e impacta en toda la región”.
“Tenemos que construir un límite. El gobierno de la provincia tiene profunda vocación en trabajar en la violencia lesiva, estos homicidios, y el narcotráfico. Son dos ejes imprescindibles para nosotros, y esta dinámica delictiva es la que tenemos que combatir todos juntos”, afirmó Alonso.