El coordinador de Seguridad en Eventos Masivos, Gustavo Velázquez, sostuvo que el operativo se desarrolló con normalidad hasta la desconcentración, cuando entre "tres mil y cuatro mil hinchas" de Newell’s comenzaron a atacar bienes públicos. “Hubo una reacción para restablecer el orden”, explicó, y aseguró que algunas personas fueron demoradas.

Consultado sobre el agente que fue filmado apuntando con su escopeta a la cabeza de un hincha, Velázquez indicó que se están revisando los videos y que, si se determina que "no hizo lo que correspondía", se tomarán medidas.

Por su parte, el jefe de la Agrupación Cuerpos de la Unidad Regional II, Nicolás D'Ángelo, precisó que entre los policías heridos, dos debieron ser atendidos en el Hospital de Emergencias Clemente Álvarez (Heca) por lesiones en el rostro provocadas por el estallido de vidrios de sus móviles. Otro agente recibió cuatro puntos de sutura en la mandíbula, mientras que el resto sufrió golpes por el impacto de proyectiles.

Las autoridades remarcaron que los elementos utilizados en los ataques no fueron extraídos del estadio, sino que se vandalizaron en las calles aledañas. “Se siguieron los protocolos establecidos, con progresividad en el uso de la fuerza”, señalaron desde la fuerza.