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lunes, 16 noviembre 2020 | Rosario

Estremecedor relato: una joven denunció que un taxista intentó secuestrarla en Rosario

"Pude haber sido la nueva Ni una menos" dijo la joven que entre lágrimas dio a conocer en redes sociales la desesperante situación que le tocó vivir en Rosario.
Estremecedor relato: una joven denunció que un taxista intentó secuestrarla en Rosario El estremecedor relato de una joven se volvió viral en las últimas horas al contar en su cuenta de Instagram la desagradable situación que vivió en la noche del domingo cuando asegura que un taxista tuvo intenciones de secuestrarla.

El chofer comenzó a recibir mensajes en "código" de otro hombre que le pedía comida y describía con detalles el pedido que quería hacer y le daba distintas opciones, que podrían adecuarse a un modus operandi de trata de personas. Tras oír la charla la joven se sintió en peligro: "Ya no tenía sospechas, era confirmado que iba a ser un lugar de trata por lo menos", afirmó.

Pidió bajarse en Pellegrini y 27 de Febrero al sentir que estaba en peligro. "Si no me bajo ahora, no la cuento", contó la joven.

“Recién llegué a mi casa y pensé que ni siquiera le iba a contar a mi mamá, ni siquiera terminé de contárselo a mis amigas, pero quise hacer esto para que todo el mundo lo sepa, quiero que todo el mundo se entere y esto se difunda”, comenzó la joven desconsolada, y siguió: “Me tomé un taxi Pellegrini y España, y le dije a mi amigo ‘el taxi es 1690 no sé cuánto’. Se lo dije para que se lo acordara. Le digo mi dirección al taxista, y le digo ‘doblá acá’, en Entre Ríos. Empieza a hablar con un tipo, que le dice ‘hola cómo estás, quiero una pizza con esto, con lo otro, si no tenés pizza quiero un carlitos con esto, con lo otro. Si no tenés carlitos, quiero una medialuna con jamón y queso, que el queso sea así, que esté tostado de esta forma’. De lo único que me acordaba era de Jeffrey Epstein y el Pizzagate y dije ‘no, estoy flasheando, no me puede pasar esto’”.

La chica siguió narrando la situación: “Le empiezo a describir a mi amiga, que era un gordo, un pelado con una camisa a cuadritos, y que no le podía ver tatuajes, no le podía ver nada. Cuando le mandé a mi amiga un audio diciéndole ‘si amiga, te aviso cuando llego’, el tipo dice: ‘al final tengo un choripán con mayonesa quemado arriba’. Toda una descripción de comida demasiado justa. Estaba Pellegrini y 27, dije ‘si no me bajo ahora, no la cuento más’. Me salió 114, le dejé 120 y le dije ‘disculpame, me quiero bajar acá’. Me dice: ‘¿qué te pasa, estás bien flaca, qué te pasa?"

"Me empezó a preguntar muchas cosas, yo le respondía que no, le di 120 y le dije ‘quédate con el cambio’ y me fui caminando tranquila como para que no sospechara. Cuando bajo veo que manda audios y se queda en la esquina frenado, yo me había quedado de la mano donde los autos podían doblar de sur a norte. Ahí dije ‘si se queda frenando en la esquina es porque está mandando mensajes avisando que no había agarrado la carnada’. Entonces me puse del lado de la dirección sur-norte, entonces empecé a frenar autos pidiéndole a Dios, al universo, que no sea cómplices del taxista, porque ya no tenía sospechas, era confirmado que iba a ser un lugar de trata por lo menos”.

Cuando la víctima se encontraba en pleno intento desesperado por lograr que pare algún auto y la lleve a su casa, apareció un grupo de jóvenes que la rescató: “Frenaron tres chicos que me salvaron la vida porque confiaron que no era nadie que los estaba engañando, les dije dónde vivía y cómo eran de zona norte no sabían bien dónde vivía yo, entonces les tuve que explicar y en ese momento me llama preocupada mi amiga porque yo no le contestaba porque les estaba explicando todo lo que estaba pasando a esta gente que no conocía. Confiaron en mí y deposité mi vida en ellos, básicamente, porque si eran cómplices del taxista, no la contaba. No puedo creer que pude ser la próxima Ni una menos”.

“Cuento esto para que no lo pase ninguna otra piba, que ninguna otra piba esté preocupada si hablan en código de comida. Que toda esta situación del orto no la vivan más y no tengan que pasar más y encontrarse a tres personas que le salven la vida. No podés ir a tomar una birra y cagarte de risa con tus amigos porque sos mujer, literalmente porque sos mujer, sos carne de cañón para lo que sea. Este mecanismo especista, clasista, racista, machista, patriarcal, que lo arrasa con todo. No les importa la vida, una mujer o una vaca es lo mismo”, siguió la joven y agregó: “Qué las pibas se pongan a pensar qué mierda dice el taxista y qué comida está pidiendo, porque capaz que sos la próxima que no la cuenta. No quiero más esto para ninguna piba, para ninguna persona, quiero una sociedad más equitativa y sea más empática. Espero que otra piba no lo tenga que vivir. Ojalá que esto pase para que las pibas se aviven y She Taxi no se caiga”.


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