No se encontraron resultados.En algunas localidades de la región, esta situación se expresa de manera fehaciente en los distintos Concejos Municipales.

En Granadero Baigorria, los ediles demoraron meses para poder decidir quién iba a ser el próximo Presidente del cuerpo, y trabajaron todo el año con un Concejal menos, porque quienes ocupan la banca del oficialismo, se niegan a aceptar una renuncia. Insólito.

Además, aprobaron el presupuesto del corriente año recién en el mes de septiembre: está claro que algo no anda bien; sin mencionar que en el 2010 marcaron un récord negativo llevando a cabo la menor cantidad de sesiones de la historia.

Mejor no tener en cuenta que varios de estos personajes decidieron restarle importancia en abril del año 2009 a la construcción del Nuevo vaciadero para camiones atmosféricos, que si aceptaron algunos días atrás, en una sesión que sirvió para oscurecer un poco más toda la situación que giró en torno a la clausurada Laguna estabilizadora de Capitán Bermúdez y los problemas que debieron afrontar los vecinos.

Justamente, en esta ciudad, los ediles no quisieron ser menos y por eso llevan apenas 8 sesiones en lo que va del año. Si, se reunieron en solo 8 ocasiones cuando ya pasamos la mitad del mes de octubre.

No sólo se dieron el lujo de aprovechar la campaña para ausentarse del recinto, sino que también, estuvieron 38 días sin cumplir con su deber porque la Presidente del cuerpo se tomó licencia por un mes, medida que no impedía la realización del trabajo del resto del cuerpo legislativo de la ciudad.

El martes 12 del corriente, aprobaron el presupuesto del próximo año, con la ausencia de los 3 concejales que componen el bloque justicialista. Algunos de ellos justificaron su falta haciendo alusión a que no compartían algunos puntos del presupuesto que presentó el ejecutivo bermudence. Entonces Me pregunto, sabiendo que el oficialismo tiene mayoría, ¿no hubiera sido más interesante quedarse en el recinto, aclarar por qué no se está de acuerdo dandole un voto negativo?.

Fray Luis Beltrán no escapa a esta crítica por su puesto. Sin llamar tanto la atención, el Concejo de esta localidad tampoco ha funcionado correctamente y se ha tornado una práctica habitual la de no llegar al quórum necesario para poder sesionar.

Es preocupante esta situación, pero se puede remediar. El próximo 10 de diciembre comienza una nueva etapa, y nace una nueva oportunidad para poder cambiar la penosa realidad que vienen atravesando los legislativos locales.