No se encontraron resultados.Trabajadores de Liliana acompañados por familiares y dirigentes de distintas organizaciones realizaron una marcha en la tarde de ayer por las calles del centro de Rosario. La misma fue para exigir la reincorporación de los empleados despedidos en la empresa de Granadero Baigorria.

La madre de dos trabajadores de la empresa, Susana Cantero, se hizo presente en la marcha para acompañar a sus hijos, de los cuales uno se encuentra trabajando en la empresa como efectivo y otro fue despedido junto a los demás cesanteados.

Susana dialogó con 11Noticias y expresó que “es muy difícil, hace muchos años que ellos trabajan y es el día a día, ir escuchando la quejas de las patronales. Cuando el año pasado empezaron con esto lograron entrar efectivos. Tuvimos que aguantar muchas cosas, los sueldos, los domingos que tenían que ir a trabajar y si no iban los suspendían, estamos aguantando durante mucho tiempo. Es hora de decir basta”.

“Queremos que los chicos venzan, que sean un ejemplo para todos los empresarios para todas las fábricas”, mencionó la mujer y aseguró estar “muy orgullosa de mis hijos, porque es muy justo lo que se está pidiendo”.

“Lo llevamos bien, con coraje y sin faltarle el respeto a nadie. El que quería entrar podía entrar. Sabemos que también del otro lado hay familia y eso lo entendemos perfectamente”, agregó Susana.

Por otra parte, pidió terminar con la persecución que hay dentro de la firma. “Nosotros, la familia, nos aguantamos la charla de ellos en la mesa, cuando contaban que le daban una determinada cantidad de producción que hacían para que ellos renuncien”, indicó.

Además, afirmó que “hubo amenazas y no sabíamos si venían o cómo venían. Es muy triste, los empresarios se tendrían que poner la mano en el corazón, porque ya bastante se llenaron los bolsillos; que piensen un poco en los obreros y quienes están detrás de los obreros, la familia”.

Cabe destacar que en la marcha se hizo presente el padre Salvador Yaco, cura de la Parroquia Santa Catalina localidad de Capitán Bermúdez, quien se solidarizó con los trabajadores y sus familias y expresó que aunque “muchos no son de la iglesia” se los acompaña de todas formas por “su acción de lucha, de ser compañeros, de trabajo”.

Además el padre remarcó que “esto es un lugar de cuaresma, es el lugar de las iglesias. Hay que salir un poquito del templo, estar en la calle con el pueblo y con la gente, acompañándolos”. En cuanto a los trabajadores el padre expresó que “tienen que seguir luchando, porque la única lucha que se pierde es la que se abandona”.